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Channel: Nuestro tsundoku - Magnet
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¿Cuánto tiempo necesita un actor de Hollywood para arrepentirse de una de sus películas? Spoiler: POCO

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George Clooney Batman

Cada vez es más habitual que las estrellas de Hollywood muestren su descontento con alguna de las películas que han protagonizado, dándose la casualidad de que en la mayoría de ocasiones son títulos que los espectadores odiaron cuando fueron a su cine más cercana a verla y en muchos casos aún recuerdan su visionado con amargura.

El último ha sido Channing Tatum con su 'G.I. Joe', pero el tiempo que tardan en reconocerlo varía: desde el que espera 25 años para decir por lo bajini que sí, qué menuda chusta, hasta el titán que lo confiesa incluso mientras se está rodando. En Magnet hemos querido ordenar esos "instrumentos de tortura" hechos película.

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Michelle Pfeiffer y 'Grease 2': 25 años callada

25 años tardó Michelle Pfeiffer en confesar que odia 'Grease 2', su primer gran papel protagonista que es lógico que ella quiera olvidar. Su explicación para ser la que más tardó en decir la verdad fue que era joven e inexperta, pero que ni ella misma puede creer lo mala que fue. Cuesta creer que para algunos se haya convertido en una película de culto...

Arnold Schwarzenegger y 'El guerrero rojo': el castigo para sus hijos

El Guerrero Rojo

El estreno de 'Terminator' había terminado de convertir en una estrella a Arnold Schwarzenegger, lo cual le daba bastante libertad a la hora de elegir su próximo proyecto. Por desgracia, se decantó por 'El guerrero rojo', cinta que 24 años después calificó como la peor que había hecho, bromeando con el hecho de que se la ponía diez veces seguidas a sus hijos cuando se portaban mal y así conseguía que dejasen de darle problemas.

Bob Hoskins y 'Super Mario Bros': ¿cómo no lo viste venir?

Super Mario Bros

La gran mayoría de los amantes del cine y de los videojuegos aborrecen ese desastre llamado 'Super Mario Bros' y Bob Hoskins nos dio la razón 18 años después de su estreno. Lo hizo de forma bastante contundente en una entrevista para The Guardian diciendo que era la mayor decepción de su carrera, la película en la que había aparecido que más odiaba y que si tuviera la oportunidad de cambiar algo de su vida, su elección sería no hacer la película.

Sylvester Stallone y '¡Alto! o mi madre dispara': un film que saca confesiones

La rivalidad que tenía en aquellos años con Schwarzenegger fue algo que su agente utilizó para que aceptase protagonizar '¡Alto! o mi madre dispara', una ridícula comedia policíaca que el propio Stallone destrozó destrozó 18 años después diciendo que es la peor película que había hecho y que la policía debería utilizarla para conseguir confesiones, pues tras ver apenas quinte minutos dirían lo que fuera para dejar de hacerlo.

Jamie Lee Curtis y 'Virus': de esto que te das cuenta mientras pasa

Seguro que no fui el único cinéfilo que durante el verano de 1999 acabó viendo 'Virus' ante la pobre oferta que había en cartelera, lamentándose después ante el desastre que acababa de presenciar. Jamie Lee Curtis tardó 11 años en reconocer que era una mierda y que fue la única ocasión en su carrera en la que era consciente de estar haciendo una película tan mala que daba igual lo que ella hiciera para intentar salvarla.

Charlize Theron y 'Operación Reno': como para fiarte de un nombre

Charlize

John Frankenheimer es el responsable de joyas como 'Plan Diabólico', 'El tren' o 'Siete días de mayo', pero 'Operación Reno', su último trabajo tras las cámaras, dejó un amargo sabor de boca a sus seguidores y al resto de cinéfilos. Charlize Theron señaló 7 años después de su estreno que era una muy mala película que sólo hizo para poder trabajar con Frankenheimer.

Ben Affleck y 'Daredevil': callado hasta que su carrera mejoró

Daredevil

Seguro que alguien habrá que la defienda, pero en general existe un odio generalizado hacia 'Daredevil' y Ben Affleck ha reconocido en varias ocasiones que es una mala película. Sin embargo, espero a que su carrera mejorase de forma sustancial y tardó 7 años en decir por primera vez que lamentaba haberla hecho y que se habían equivocado en muchas cosas. Más contundente fue dos años después al declarar que no había nada que le gustase de la película.

Bill Murray y 'Garfield': el típico caso de mezclar un hermano Coen con un Coehn que pasaba por allí

Muchos nos preguntamos qué llevó a Bill Murray a aceptar poner voz al gato protagonista 'Garfield: La película', pero el propio actor tardó 6 años en confesarlo: Sólo hizo la película porque pensaba que el guión había sido escrito por Joel Coen, director de películas como 'Fargo' o 'El Gran Lebowski', y no se enteró de que el autor era en realidad Joel Cohen hasta ver la película acabada y quejarse por el desastre que había visto en pantalla, algo que ya había dicho con anterioridad ante la estupidez que le parecían sus diálogos.

Channing Tatum y 'G.I. Joe': hay hipotecas menos duras que esto

Channing Tatum

El caso más reciente, pues el propio Tatum confirmó que odia 'G.I. Joe' ayer mismo, unos 6 años después de su estreno. De hecho, fue bastante contundente al señalar que odia la película, que el guión era malísimo y que básicamente tuvo que hacerla porque había firmado previamente un contrato por tres películas con la productora...

George Clooney y 'Batman y Robin': rodada por Ed Wood

George Clooney se ha disculpado en infinidad de ocasiones por la catastrófica 'Batman y Robin', pero en su momento prefirió esperar 5 años hasta hacerlo por primera vez calificándola como un montón de dinero malgastado. Clooney seguramente esperó tanto para conseguir antes una situación cómoda en Hollywood que le permitiera hacerlo sin posibles represalias, y años después llegó a decir que sería la película que Ed Wood habría de hecho de haber conseguido ese presupuesto.

Colin Farrell y 'Corrupción en Miami': 4 años de decepción callada

Colin Farrell

En el caso de 'Corrupción en Miami' la sensación reinante fue más de una decepción que de haber asistido a un bodrio, pero eso no fue obstáculo para que Colin Farrell afirmase 4 años después de su estreno que no le gustaba y que no entendía varias de las decisiones tomadas por Michael Mann en el salto al cine de la famosa serie de televisión de los años 80.

Jackie Chan y la trilogía 'Hora Punta': ¿hacer una trilogía de la que no te gusta nada?

Hora Punta

A Jackie Chan no le gustan las películas que ha hecho en Estados Unidos y es algo que ha confesado en varias ocasiones a sus fans. El caso más llamativo es el de la trilogía 'Hora Punta', pues Chan comentó 2 años después del estreno de la tercera entrega que sólo hizo la primera para probar suerte en América, la segunda porque le ofrecieron una barbaridad de dinero y la tercera porque creía que se lo debía a los seguidores de la saga. No le gusta ni el sentido del humor de la película y tampoco cómo se hicieron las escenas de acción y de eso él algo sabe.

Mark Wahlberg y 'El Incidente': aún sueña con las plantas

Sé que estoy muy solo defendiendo 'El Incidente', ya que prácticamente cualquier persona con la que he hablado de ella me la ha dejado en mal lugar. Tampoco ayuda mucho que el propio Mark Wahlberg afirmase apenas dos años después de su estreno que era una mala película y mostrase su indignación ante el hecho de que las plantas fuesen la amenaza de la película. Su único consuelo fue que dio vida a un profesor de ciencias en lugar de a un policía o a un criminal, lo habitual en su carrera por aquel entonces.

Jamie Foxx y 'Stealth: La amenaza invisible': o cómo mentir en la campaña promocional

Casi 100 millones de dólares perdió Sony con 'Stealth: La amenaza invisible', una película que no gustó a prácticamente nadie. Jamie Foxx tardó 2 años en confesar que había mentido al decir que era genial durante su campaña promocional y que ahora no había motivo para hacerlo con 'La sombra del reino', la cinta que iba a estrenar por aquel entonces. ¿Cómo le salió la jugada? Pues no demasiado bien, porque 'La sombra del reino' también fue un fracaso en taquilla.

James Franco y 'Caballeros, princesas y otras bestias': dos años apestando

James Franco

Se esperaba mucho de 'Caballeros, princesas y otras bestias', el nuevo trabajo de James Franco a las órdenes de David Gordon Green tras el éxito de 'Superfumados', pero la película fue destrozada por la crítica y apenas logró recaudar unos 25 millones de dólares en todo el mundo cuando hacerla había supuesto un desembolso mucho mayor -50 millones para hacerla y unos cuantos millones más para promocionarla-. Franco comentó 2 años después de su estreno que apestaba.

Shia LaBeouf con media carrera suya

Shia LaBeouf

Shia LaBeouf es conocido por no callarse sus opiniones, y eso también afecta a sus trabajos en la gran pantalla. Los casos más destacables son los de la cuarta entrega de las aventuras de Indiana Jones, de la cual no dudó en decir dos años después de su estreno que habían estropeado el legado del personaje y que habían cometido muchos errores, y la segunda de 'Transformers', de la cual señaló apenas 11 meses después de su llegada a los cines que era una película sin corazón y que Michael Bay se equivocó al querer hacer algo más grande que la primera.

Halle Berry y 'Catwoman': 6 meses y en unos premios

Justo encima de estas lineas podéis ver el discurso de agradecimiento de Halle Berry al recoger su premio Razzie por 'Catwoman'. Apenas habían pasado 6 meses desde el estreno de la lamentable cinta y la actriz no tuvo problemas en agradecer el premio a Warner por haberla contratado para hacer esa mierda horrible de película y que 'Catwoman' había hundido su carrera cuando estaba en lo más alto.

Sam Worthington y 'Terminator Salvation': exigencias del guión

Terminator Salvation

5 meses separaron el estreno de 'Terminator Salvation' y las declaraciones de Sam Worthington dando la razón a los espectadores que se quejaban de que muchas escenas no tenían sentido, quejándose por no haberse dado cuenta antes y señalando que a partir de entonces iba a tener que mirar con más cuidado los guiones que aceptase protagonizar. Eso sí, sabe poco en comparación a las declaraciones de Arnold Schwarzenegger hace un par de meses diciendo que la película apesta.

Andrew Garfield y 'The Amazing Spider-Man 2': cinco meses harto

Apenas 5 meses esperó Andrew Garfield antes de comentar cuáles habían sido los fallos de 'The Amazing Spider-Man 2', en concreto la intromisión de Sony para ir quitando todas las cosas que no terminaban de ver bien del guión de Alex Kurtzman y Roberto Orci y que eso provocó problemas en varios tramos de la película. Sospecho que eso fue algo que en Sony tuvieron muy en cuenta para decidir poco después unir fuerzas con Marvel para hacer un nuevo reboot de Spider-Man.

Brad Pitt y 'La sombra del diablo': un mes antes del estreno

Brad Pitt

No son pocos los actores que, por un motivo u otro, acaban viéndose forzados a trabajar en una película que ellos mismos saben que va a ser mala. Eso fue lo que le sucedió a Brad Pitt en 'La sombra del diablo', ya que 1 mes antes de su estrenó confesó en una entrevista que no tenían guión y que fueron improvisando sobre la marcha, calificándolo como el acto más irresponsable que ha vivido durante la realización de una película. Además, mencionó que intentó abandonar la película, pero la fuerte indemnización a la que tendría que hacer frente lo impidió.

Robert Pattinson y 'La saga Crepúsculo': no digáis que no os lo avisó

Justo encima de estas líneas tenéis una recopilación de muchos momentos en los que Robert Pattinson mostró sus dudas sobre la calidad de 'La saga Crepúsculo', varios de ellos incluso años antes del estreno de la última entrega a finales de 2012. De hecho, durante la campaña promocional de esta última no se cortó y dijo que hay muchas cosas de la franquicia que no tienen sentido.


'True Detective' y otros títulos de crédito seriéfilos que son obras de arte: así se crean

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Truedetective Las cabeceras de las series siempre han sido una buena presentación de dicha serie, una manera de introducirnos en su mundo. Hasta la década de 2000, rara era la serie que prescindía de esa corta secuencia, de un minuto aproximadamente, que podía terminar siendo casi lo más recordado de ella, como los créditos de 'El príncipe de Bel Air'. Después, empezaron a ponerse de moda las intros a lo 'Perdidos', minimalistas, en las que sólo nos enseñaban el título y poco más (aunque ésa funcionaba perfectamente para meternos en el misterio de la isla).

Aunque puede parecer que el arte de los títulos de crédito está perdido, no es así, porque estamos viviendo una resurgencia de estas cabeceras en los últimos años, gracias sobre todo a las series del cable. Puede haber obras más convencionales y más noventeras todavía en emisión, y hasta las hay que intercalan sus créditos con el arranque del episodio, como hacía 'The Closer'. Y hay otras cuyas cabeceras son auténticas obras de arte, joyitas que unen música e imágenes de una manera impresionante. Y 'True Detective' sólo es una de ellas.

'True Detective'

La segunda temporada de la serie de HBO cuenta una historia diferente de la de sus exitosos primeros ocho episodios, así que su cabecera ha cambiado en consecuencia. Pasamos de los entornos rurales de Louisiana (y de The Handsome Family) a las ciudades y las industrias de California, todo "regado" con la voz inconfundible de Leonard Cohen. La secuencia es, de nuevo, responsabilidad de Elastic, una compañía californiana cuyo director creativo, Patrick Clair, explicaba en Wired el proceso de montaje de la cabecera. Aparte de imágenes de la serie, se utilizaron fotos aéreas del estado tomadas por David Maisel, y se intenta mostrar cómo las vidas de sus protagonistas se están desmoronando.

'Juego de tronos'

En una lista de títulos de crédito espectaculares, no podían quedarse fuera los de 'Juego de tronos'. También son obra de Elastic, colaboradora a menudo de HBO (y que vais a ver mencionada más veces en esta lista), pero en este caso, su principal responsable es Angus Wall, montador habitual de las películas de David Fincher. La idea detrás de estos créditos es la de presentar al espectador el mapa de Poniente, el lugar donde transcurre la serie, algo que es muy habitual en los libros de fantasía. Lo curioso es que, en cada temporada, la cabecera cambia en algunos capítulos para introducir nuevas ciudades, mientras la música de Ramin Djawadi se mantiene igual. El proceso, enteramente digital, de elaboración de la secuencia se cuenta en esta entrevista al propio Wall.

'Halt and catch fire'

Una serie ambientada en las empresas informáticas de principios de los 80 tenía que tener una sintonía hecha con un sintetizador (y obra de Trentemøller) y una cabecera que nos recuerde a 'Tron'. De nuevo Elastic fue la encargada de animar los créditos de 'Halt and catch fire', que presentan gráficamente la carrera por materializar una idea con la que empieza la serie, una idea que cristaliza después en un chip y, por último, en un ordenador personal. Las siluetas de los actores, además, se presentan pixeladas, como si estuvieran formándose en el ordenador justo delante de nosotros. Es una secuencia que confiere una gran personalidad propia a la serie.

'A dos metros bajo tierra'

Uno de los grandes clásicos recientes de las cabeceras televisivas es la de 'A dos metros bajo tierra', la serie en HBO con la que Alan Ball siguió el Oscar al mejor guión que se había llevado por 'American Beauty'. El mismo compositor de la película, Thomas Newman, se encargó del tema principal de la serie, y sus créditos mostraban el camino que sigue un cadáver desde que llega a una funeraria y hasta que es enterrado en el cementerio. Así nos adentrábamos en el mundo de la familia Fisher, propietaria de una funeraria. La empresa que se encargó de ellos es otra habitual de las cabeceras más llamativas, Digital Kitchen.

'Vikingos'

¿De qué va 'Vikingos'? Pues exactamente de lo que reza su título, de vikingos explorando y conquistando los territorios hacia el oeste. Con una canción bastante atmosférica de Fever Ray, su intro nos muestra una batalla naval desde debajo del agua, con armas y cuerpos cayendo hasta el fondo del mar, y vemos también la violencia que acompañaba a los vikingos en sus expediciones. Es una introducción más que adecuada al mundo de Ragnar Lodbrok, rodada y producida por Mill+, una división de la empresa The Mill centrada en proyectos más conceptuales. Se dedica más a la publicidad, y sus trabajos televisivos son menos comunes.

'United States of Tara'

'United States of Tara' era una serie, creada por Diablo Cody para Showtime, cuya protagonista era un ama de casa normal y corriente que sufría trastorno de personalidad múltiple. La cabecera reflejaba sus diferentes personalidades (Alice, el ama de casa perfecta, T, la adolescente, o Buck, el hombre muy macho) mediante una secuencia de animación stop-motion obra del director Jaime Caliri, y en la que las veíamos a todas dentro de una casa que era la propia Tara. El propio Caliri hizo un vídeo del proceso de rodaje de la cabecera, en la que sonaba una canción de Tim DeLaughter, de The Polyphonic Spree, compuesta específicamente para ella.

'Carnivàle'

Los títulos de crédito de 'Carnivàle' eran tan peculiares y especiales como la serie que abrían. Era una historia del Bien contra el Mal en una feria ambulante durante la Gran Depresión estadounidense, y tanto la música de Jeff Beal como la secuencia de créditos de Angus Wall para A52 (una división de Elastic) transmiten perfectamente su atmósfera inquietante y extraña. La cabecera utiliza cartas del tarot que se mezclan con eventos históricos de los años 30, desde la Gran Depresión al ascenso de los regímenes fascistas en Europa.

'Luther'

En el Reino Unido, Momoco es el estudio más conocido a la hora de hacer títulos de crédito, y buena parte de la culpa la tienen los de 'Luther'. Con una canción de Massive Attack y un juego de sombras, manchas de tinta e imágenes de Londres, la cabecera se convirtió en una de las partes más fácilmente reconocibles de las peripecias de este torturado detective londinense. El estudio se llevaría un Emmy años más tarde por una intro más delicada, centrada esta vez en mariposas y crisálidas, para la miniserie 'Great expectations'.

'Elementary'

Las cadenas en abierto también tienen, de vez en cuando, series con cabeceras que merecen ser destacadas. La de 'Elementary', por ejemplo, muestra la manera diferente y poco ortodoxa en la que funciona la mente de Sherlock Holmes, de cuyas aventuras es una recetar moderna en Nueva York. La compañía Prologue y el director Simon Clowes se inspiraron en las máquinas de Rube Goldberg y en el videoclip de la canción 'This too shall pass', de OK Go. La misma sensación de juego e imprevisibilidad se transmite con la música, obra de Sean Callery.

'El Ministerio del Tiempo'

En España también se hacen cabeceras bastante notables, y entre las últimas que hemos podido ver figura la de 'El Ministerio del Tiempo', la serie revelación de lo que llevamos de año. Sus responsables son Natalia Montes y USER T38, la empresa que se encargó de sus efectos especiales, y nos muestran los viajes en el tiempo de sus protagonistas a través de sombras chinescas. La música corre a cargo de Darío González Valderrama. Aquí habría que darle una mención también a la intro de 'Isabel' de Antonchu Solano.

'The Americans'

En menos de 30 segundos, Elastic (otra vez) y la música de Nathan Barr nos llevan enseguida a la Guerra Fría, a principios de los 80 y al mundo de los Jennings, un matrimonio de espías soviéticos infiltrados en Estados Unidos. 'The Americans' no es tan frenética como sus créditos, pero la superposición de imágenes típicas de la vida cotidiana de la URSS y EE.UU., y de los presidentes de sus gobiernos, cumple perfectamente el trabajo de presentar toda la historia. Los creativos de Elastic explican que tuvieron la idea al darse cuenta de que la propaganda de ambos países durante la época era bastante parecida, y decidieron superponerlas.

'Manhattan'

Otro de los estudios que más trabaja en esto de los títulos de crédito es Imaginary Forces, responsable de esta cabecera de 'Manhattan' que juega con bastante ingenio con diversos elementos gráficos. La serie está centrada en los científicos que trabajaban en el Proyecto Manhattan, desarrollando la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial, y en el ambiente de secretismo y paranoia que dominaba Los Álamos, que entonces no era más que un poblado militar en medio del desierto. La cabecera mezcla el grafismo de cosas muy cotidianas, como recetas culinarias o pasos de baile, con fórmulas matemáticas, y todo se integra perfectamente con la música de Jónsi y Alex, dos componentes de Sigur Rós.

'Dexter'

La secuencia de créditos de 'Dexter' es una de las más famosas de los últimos tiempos, junto con la de 'True Blood', probablemente. Las dos, además, han influenciado mucho las cabeceras posteriores, pero la primera se gana la inclusión en la lista por su vuelta de tuerca humorística al concepto de la serie. Dexter Morgan es un asesino en serie, así que Digital Kitchen y la música de Rolfe Kent juegan con eso para presentar su rutina mañanera de levantarse, asearse, vestirse y desayunar de una manera que convierte actos muy normales en inquietantes y peligrosos. En Art of the Title tienen una exploración en profundidad de la secuencia y de su concepción.

'Bored to death'

Cuando los créditos consiguen mostrar el tono de la serie, ya están siendo todo un éxito, y eso es algo que lograban los de 'Bored to death', una peculiar comedia de HBO sobre un escritor al que acaba de dejar su novia y, aburrido, decide ser un detective privado como los de las novelas de Raymond Chandler. La empresa Curious Pictures se encargó de animar una secuencia en la que los personajes de la serie se convierten en dibujos animados a través de las palabras de, precisamente, un libro, y sabemos cómo son en apenas dos pinceladas. La sintonía es obra de Coconut Records, el proyecto musical de Jason Schwartzman, que era el protagonista de la serie.

'The Pacific'

La segunda de las miniseries sobre la Segunda Guerra Mundial producidas por Steven Spielberg y Tom Hanks para HBO tiene unos créditos que quizás no sean tan famosos como los de 'Hermanos de sangre', pero que emplean un recurso muy ingenioso para convertirse en memorables; la integración del dibujo a carboncillo típico japonés con las imágenes de las batallas en el Pacífico que muestra la serie. Los créditos de 'The Pacific' se le encargaron a Imaginary Forces, que se fijó en bastante arte expresionista para buscar el aspecto visual que quería. La música es de hans Zimmer.

'Black Sails'

Imaginary Forces está también detrás de la potente cabecera de 'Black sails', la serie de piratas de Starz. Para su concepción se basaron en los fotomontajes de la serie "Cronología del ruido" de Pablo Genovés y en esculturas barrocas que dieran sensación de decadencia, de que forman parte de un mundo a punto de desaparecer, como los piratas de la serie. Construyeron digitalmente la estructura que sale del agua negra y se centraron en contarlo todo con primeros planos y planos detalle. La música ligeramente disonante de Bear McCreary (que es un pluriempleado de las bandas sonoras televisivas) hace el resto.

'Marco Polo'

Si hablamos de títulos de crédito artísticos, no podemos dejar de lado los de 'Marco Polo', la serie más cara de Netflix por el momento. Su cabecera se inspira en el estilo Xieyi de pintura china para generar esas manchas de tinta que se transforman en imágenes del viaje de Marco Polo a la corte del Kublai Kan, y es responsabilidad del estudio The Mill, que hizo casi toda la secuencia sin utilizar CGI. También la banda sonora, compuesta por Peter Nashel y Eric V. Hashikian, sigue esa misma inspiración china utilizando un instrumento de cuerda tradicional, el erhu. El resto de la serie puede no haber destacado demasiado, pero sus títulos de crédito son realmente una obra de arte.

'Rubicon'

Una de las mejores cabeceras de los últimos años la tenía esta efímera serie de analistas de inteligencia, espías y conspiraciones al más alto nivel de AMC. Los créditos de 'Rubicon', también obra de Imaginary Forces, juegan con todas las posibles pistas escondidas en códigos de barras y crucigramas que pueden apuntar a una conspiración oculta, o no ser más que coincidencias que no sigan ningún patrón reconocible. Ése era el dilema del protagonista de la serie, y quedaba bien reflejado en unos créditos que, además, estaban apoyados por la fantástica música de Peter Nashel.

Éstas son las canciones que según Spotify diferencian a Madrid, Barcelona, Sevilla, México...

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Spotifistas del mundo, escuchad.

¿Somos tan diferentes los habitantes de distintas ciudades a la hora de escuchar música? Sí, según Spotify, que ha creado un mapa interactivo con casi mil ciudades donde se puede acceder a las listas de los temas más distintivos de cada una. Las listas se actualizan dos veces al mes, y permiten comprobar qué preferencias tienen los madrileños, los londinenses, los dublineses, los mexicanos...

Las canciones son independientes de los jitazos nacionales, que cuentan con su propio mapa. Se trata de una propuesta que también permite una opción diferente a la hora de elegir playlists: "hoy me siento Zaragoza", por ejemplo.

Mapamundi urbano de la música

Spotify no se toma las listas a la ligera. Para crear este proyecto colosal han contado con dos armas esenciales: un análisis de casi 20.000 millones de escuchas cada 15 días, y CartoDB, una estupenda herramienta española de visualización de datos en mapas. El resultado es tan espectacular como útil a la hora de cotillear las preferencias de tus vecinos o tu ciudad natal.

Madrid

Lo mejor es que las listas se actualizan solas, así que aunque en el momento de escribir estas líneas Andres Suárez y Robe monopolicen "El Sonido de Madrid", pero puede que en unos días la playlist de abajo haya cambiado.

Barcelona

Aunque las diferencias entre poblaciones saltan a la vista: Barcelona se inclina más por el pop-folk de Els Catarres y Blaumut (toda Cataluña, en general), la fusión de Txarango o las canciones de Luthea Salom.

Sevilla

Andalucía también se separa de la norma: La Cava, Carmen Calle, María Aguilar... Pongamos lo que pongamos, la guitarra española y las palmas demuestran su caracter.

A Coruña

Puede que A Coruña empiece con El Combo Dominicano, pero también tiene hueco para la gente de casa: Sés, el proyecto de la cantautora María Xosé Silvar, está muy arriba en el verano coruñés.

Móstoles

Hay gente que no es galáctica, es de Móstoles. Y se inclinan por una combinación de Bombtotunes con Dennys The Black, la canción de la serie de El Príncipe, bailar el dembow muy fuerte y así pasando por todos los estratos imaginables.

Zamora

Soria todavía no tiene hueco en el mapa y mi Salamanca natal es más parecida a Madrid de lo que cree, pero Zamora destaca por un amor incondicional al rock en castellano: Rulo y La Contrabanda, el grupo anterior de Rulo (La Fuga), Pereza, Melendi...

México, DF

Un océano más allá nos encontramos una de esas cosas que tanto cabrean del siglo XXI: en España no podemos escuchar las canciones de Los Estrambóticos por el tema de derechos. Spotify Premium sí, pero sólo un poquito. Que nos conformamos con Los Caligaris o los temazos de DLD (que, curiosamente, no son de su último disco), pero eh.

Y no es un problema único: sucede con las listas de Lisboa y otro par de ciudades.

Londres

No sabemos si los londineses quieren resucitar su fama noventera de rave permanente, pero empezar con David Zowie y DJ S.K.T. nos ha puesto en modo Valencia. De una que no empiece sus listas con El Viaje de Elliot cantando a su equipo de fútbol, queremos decir.

Reikiavik

Otros que van a tope: la Soria del planeta tiene una especie de Die Antwoord versión islandesa petándolo: Úlfur, Úlfur.

Temazos mundiales

Pero ojo, en ninguno de estos casos se tiene en cuenta las canciones más escuchadas en general. Los mayores éxitos del planeta se descartan para permitir que cada ciudad pueda exhibir su identidad única. Por eso no hemos encontrado el combo Major Lazer/MØ ni a Nicky Jam y Enrique Iglesias cantando El Perdón. Que triunfan más de lo que podrías creer con estas listas: éste es el mapa de los éxitos mundiales por país en Spotify.

El pueblo de 'Se ha escrito un crimen' tiene tres veces la criminalidad de Detroit, y otras estadísticas de ficción curiosas

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Jessicafletcher Vivir en Cabot Cove, al lado de Jessica Fletcher, era un peligro. Cualquiera que viera 'Se ha escrito un crimen', en alguna de las doce temporadas que estuvo en antena, lo sabe bien. Allí donde iba la escritora, caían cadáveres a su paso para que pudiera investigar sus asesinatos, por lo que no ha faltado quien ha especulado en internet con que Jessica era, en realidad, una asesina en serie más refinada que Hannibal Lecter. Pero esta sensación de que ir a Cabot Cove (o ser familia lejana de la señora Fletcher) era casi una sentencia de muerte, ¿está justificada?

Lo está. En 2012, un programa de BBC Radio 4 echó cuentas y desveló que en Cabot Cove, con una población de 3.560 personas, habían tenido en un año 149 muertes por cada 100.000 habitantes, lo que es, aproximadamente, el triple de la tasa de muertes violentas de Detroit en 2013. Esa ciudad estadounidense fue aquel año la más violenta del país, con 45 asesinatos por cada 100.000 habitantes. La tasa de asesinatos de Cabot Cove era también un 60% más alta que la de Honduras.

Los inocentes de la Estrella de la Muerte

Pero 'Se ha escrito un crimen' no es la única obra audiovisual de ficción que, si fuera realidad, habría motivado una intervención de la OTAN, como mínimo. Quizás algunos recordéis un célebre diálogo de la película 'Clerks', de Kevin Smith, en el que se discute que, cuando los rebeldes vuelan la segunda Estrella de la Muerte en 'El retorno del jedi', está llena de operarios civiles que todavía están construyéndola, lo que podría considerarse un crimen contra la humanidad.

Pero es que la destrucción de la primera Estrella de la Muerte tampoco es "limpia", que digamos. Según las especificaciones oficiales de la estación espacial (las hay, ¿o qué os pensábais?), la que vemos en 'Star Wars', que estaba operativa al 100%, tenía capacidad para 265.675 tripulantes, 52.276 artilleros, 607.360 soldados, 30.984 stormtroopers, 42.782 miembros del personal de apoyo y 180.216 pilotos. Resultado, que en esa primera Estrella de la Muerte murieron 1.179.293 personas. La población de Estonia es de 1,3 millones de habitantes, aproximadamente, y en la Primera Guerra Mundial, que duró cuatro años, el Reino Unido perdió algo más de un millón de personas, entre soldados y civiles.

El mito de los camisas rojas

Vale, la Alianza Rebelde estaba en guerra contra el Imperio Galáctico. ¿Pero y qué pasa con la Federación de Planetas de 'Star Trek'? Se supone que su propósito es pacífico, pero para la tripulación de sus naves, cada misión representaba el riesgo muy real de no volver a casa. En la web Cracked hicieron una comparación del porcentaje de la tripulación de cada nave que había muerto bajo el mando de cuatro capitanes diferentes, y estar enrolado con Scott Archer en 'Star Trek: Enterprise' era un peligro.

Enterprise

El 67% de los tripulantes a su mando murieron en las cuatro temporadas que duró la serie, lo que destaca enormemente frente al 37% de la capitana Janeway de 'Star Trek: Voyager', el 23% de Kirk en la serie original y el 7% de Picard en 'Star Trek: La nueva generación'. Aunque ahí hay un mito que resulta difícil de desmontar, y es que si llevabas una camisa roja en alguna de esas series, estabas marcado para el matadero sin remedio (algo que da pie a la recomendable novela 'Redshirts', de John Scalzi). O tal vez no.

La revista Significance Magazine, dedicada a analizar y explicar todo tipo de estadísticas, publicó un artículo en el que se analizaba matemáticamente la tasa de supervivencia de los camisas rojas en la serie original de 'Star Trek', y resultaba que las noticias de sus muertes habían sido enormemente exageradas. El autor del artículo, Matthew Barsalou, apuntaba que, en las tres temporadas, habían muerto 55 tripulantes de la Enterprise, 24 de ellos vistiendo camisas rojas, nueve, amarillas, y 17 en colores no especificados. Y aunque parezca un número alto, no lo es en relación a la tripulación total de la nave.

A bordo de la Enterprise había 430 personas, de las cuales, 239 trabajaban en ingeniería, seguridad u operaciones, que son los que llevaban uniformes rojos. Así que, mientras casi el 10% de ellos murieron durante la emisión de 'Star Trek', los camisas doradas perdieron al 13,4% de los suyos, lo que es una tasa de mortalidad más elevada, aunque es cierto que por poco.

Los millones de Tony Stark y otras estadísticas

Curiosidades numéricas de series y películas hay bastantes más, por supuesto, y no todas se refieren a muertes. Algunas sí, como que el Batman de Tim Burton mató a más gente en 'Batman' y 'Batman vuelve' que Jeffrey "el carnicero de Milwaukee" Dahmer, 20 asesinatos frente a 17, pero uno de los pasatiempos principales de internet es, además, averiguar qué millonario ficticio es más rico. Smaug, el dragón de 'El hobbit', tiene casi las mismas reservas de oro que el Fondo Monetario Internacional, pero lo de Tony Stark, por ejemplo, es otra cosa.

La revista Forbes publica de vez en cuando su lista de los 15 personajes de ficción más acaudalados, y aunque Iron Man estaba en 2013 por debajo de Smaug (y del tío Gilito, y de Carlisle Cullen, de 'Crepúsculo'), se le calculaba un valor de 12.400 millones de dólares. La Torre Stark está valorada en unos 600 millones de dólares, y JARVIS costaría unos diez. Los ocho trajes que aparecen en 'Iron Man 3' estarían valorados en unos 7.000 millones de dólares. El PIB (producto interior bruto) de Japón superó por poco los 4.600 millones en 2014.

Hiroshima, Mon Amour: recomendaciones para un fin de semana posnuclear

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Monsters El aniversario de la bomba de Hiroshima nos ha activado la vena posnuclear, que nos acompañó durante toda la Guerra Fría con un imaginario cultural del que salen desde los superhéroes Marvel hasta los monstruos gigantes japoneses. Los editores de Magnet tenemos el búnker bien surtido.

¿Con latas de judías y trajes NBQ? Qué va: con una selección de películas, juegos, libros, música y cómic inspirados directamente en el día después.

Japón bajo el terror del monstruo

Godzilla También conocida como Godzilla (1954), la primera aparición de la bomba atómica personificada en forma de dinosaurio gigante. El primer Godzilla ni era el salvador de Japón ni tenía un hijo cuqui ni nada por el estilo: era pura rabia nuclear, absurda y destructora, ante la que la Humanidad nada podía hacer.

Godzilla es también una peli de un tío en un traje de goma y edificios de juguete, pero su gran mérito fue traducir a un pop universal el Miedo Atómico. La Guerra Fría ya tenía su propio dios.

El sueño de la razón produce Monsters

Monsters No, no Monsters S.A., sino la estupenda película de 2010 por la que a Gareth Edwards le encargaron la última de Godzilla. Edwards sabe que toda buena peli de monstruos gigantes es una metáfora sobre algo, y Monsters juega a la identificación alienígenas = inmigrantes ilegales. ¿Que de qué iba su Godzilla? Del perro del hortelano.

Big Man Japan: la bajona del hombre gigante

Bigmanjapan Hatoishi Matsumoto debutó en el cine en 2007 con este falsumental sobre el último de una estirpe de guerreros gigantes japoneses surgidos tras las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Daisoto, su protagonista, trabaja para el gobierno y está harto de tener que salir siempre a pegarse con bichos gigantes en calzoncillos.

The Host

The host Recibes un guión: bicho mutante asqueroso rapta a tu hija y se la lleva a las alcantarillas. Tu director está tan tarado que obliga a todo el equipo de rodaje a vacunarse de tres o cuatro cosas igual de letales pero mucho más pequeñas y bajar a rodar a alcantarillas de verdad. Es sólo una de las razones por las que amamos al detallista Bong Joon Ho, que renovó el género en 2006 con The Host, su tercera película. Mucho antes de cascarse una de las mejores pelis de ciencia-ficción de los últimos años (Snowpiercer, 2013)

Cloverfield (Monstruoso)

Cloverfield Estados Unidos nunca entendió el por qué de las pelis de Godzilla, hasta que no sufrió el 11S. Cloverfield (2008) es el reverso de Hiroshima, y JJ Abrams el tipo que remezclaría las obsesiones yanquis contemporáneas y pasadas (el militarismo, los vídeos domésticos, "el propio miedo") dando forma al adversario invisible de la Guerra contra el Terror. En forma de monstruo superlativo: no hay bicho más grande en el cine de bichos grandes.

Nuclear Throne: Gauntlet + indi + morir mucho

Vlambeer es uno de los mejores estudios indis de la actualidad: Luftrausers, Super Crate Box y, por encima de todo, Nuclear Throne, un pegatiros retro. EL pegatiros retro. El argumento es puro años 80, con un puñado de mutantes intentando acceder al trono nuclear arrasando con armamento TFDC todo lo que se ponga entre ellos y el reinado atómico. Es divertido, es adictivo, es loquísimo, es lo que deberían ser todos los videojuegos.

PD: TFDC = Totalmente Fuera De Control.

The Old Man in the Cave, The Twilight Zone: la madre de todo lo posnuclear

The Old Man in the Cave Señalar cualquier episodio de The Twilight Zone como "uno de los mejores" es una estupidez. Cada uno de los 156 episodios de La Dimensión Desconocida/En los Límites de la Realidad es una joyita de la ciencia-ficción. Y Rod Serling, su creador (y guionista de 92 de los capítulos) adapta en éste capítulo de la quinta temporada un relato corto de Harry Slesar: han pasado 10 años desde el holocausto y un pueblo depende de una autoridad superior (el Viejo en la Caverna que da título al capítulo) para su supervivencia. Y el resto son todo spoilers.

PD: Por cierto, el profesor Jordi Sánchez-Navarro está haciendo una guía de visionado de toda la serie acorde a los tiempos: un tuit por capítulo, un capítulo al día. La recopila aquí.

Punisher - The End. El Castigador se despide a lo grande

Punisher Garth Ennis es el mejor guionista que ha tenido el Castigador, ese personaje armado hasta los calzoncillos que es la versión cazurra de Batman ("los criminales mataron a mi familia, voy a matarles a todos hasta que no haya crimen". Punto). Y se juntó con la leyenda del dibujo Richard Corben para dar forma a la última historia de Frank Castle.

Que transcurre en un apocalipsis posnuclear, en el que ni siquiera la inminente extinción del ser humano puede detener a un hombre con una misión: en el mundo después de la Bomba, sigue habiendo culpables.

The Last of Us BSO: apocalipsis melancólico

De acuerdo, The Last of Us no refleja una guerra nuclear, pero sí bebe de sus apocalipsis. Musicalizados en este caso por las guitarrras de Gustavo Santaolalla. Porque lo diremos mil veces: las bandas sonoras de videojuegos están viviendo un momento maravilloso.

Antes de Hiroshima: de Marie Curie a la Bomba Atómica

Diana Preston resume toda la carrera armamentística y científica que llevó a la creación de la bomba atómica con un relato tan ligero como rico en anécdotas. Literatura divulgativa en la que se recoge el nacimiento de la física atómica y la presión militar para convertir el poder del átomo en un martillo divino.

Nota: algunos de los enlaces aquí publicados son de afiliados. A pesar de ello, ninguno de los artículos mencionados han sido propuestos ni por las marcas ni por las tiendas, siendo su introducción una decisión única del equipo de editores.

Breve guía para sobrevivir al fin de semana entre las facturas más caras de la historia

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Gta5

De la factura que ha causado sensación en Twitter a las ocurrencias más caras de todos los tiempos: es tiempo de fin de semana y a los editores de Magnet se nos ha ocurrido que no hay mejor modo de pasarlo que deleitándonos en el derroche ajeno. Por eso aquí van algunas recomendaciones para este fin de semana, desde guías del turismo derroche hasta visionados de las películas que casi, casi costaron la bancarrota a todo aquel valiente que se embarcó en ellas.

A los mandos de un clásico muy caro

Final Fantasy 7

¿Cuál es el videojuego que más dinero ha costado desarrollar y comercializar en toda la historia? Respuesta sencilla: Grand Theft Auto V. ¿Mereció la pena? Veamos qué opinan en VidaExtra: oh, sí, parece que sí. Más de 268 millones de dólares invertidos en su producción. Le sigue de cerca Call of Duty: Modern Warfare 2. De los más recientes, la palma se la lleva el glorioso Destiny: más de 140 millones de dólares sólo en su desarrollo. ¿Algún clásico pre siglo XXI? Por supuesto: Final Fantasy VII (1997) sigue siendo el tercer videojuego más caro de siempre. Y sí, mereció mucho la pena.

No veas estos fraudes (o sí)

La lista de películas más caras de la historia no dice gran cosa sobre su naturaleza. Al fin y al cabo, el éxito o el derroche empleado en cada una se mide por el resultado final. Y si hacemos un simple cálculo obtenemos el diferencial clave: ¿cuánto dinero puede llegar a perder una gran producción de Hollywood? Según esto, mucho: casi 150.000 millones de dólares. ¿Cuál? 47 Ronin, ese desastre mitológico japonés protagonizado por Keanu Reaves, más Sad Keanu que nunca.

Por algún motivo, las películas de guerreros pseudomedievales tienden a ser un fraude. En el tercer puesto se cuela El Guerrero Número 13. ¿El reverso positivo? Las más prolíficas: Avatar, Titanic y Jurassic World. Oh, no, James Cameron otra vez no. La cosa cambia si ajustamos por inflación: entonces es Lo que el viento se llevó la más rentable. Otra excusa para voler a dormirla verla.

Una hamburguesa de 300 dólares

No, el de Formentera, por más que pueda parecerlo estos días en Twitter, no es el restaurante más caro del mundo. Ni siquiera se acerca. Productos exclusivos los hay en todos los rincones del mundo, aunque en algunos con más densidad. En Nueva York, dónde si no, puedes encontrar la hamburguesa más cara jamás creada. ¿Tienes más de 300 dólares? Es tuya. Si estás dispuesto a pagarlo por ella, el viaje hasta allí es secundario.

Cuánto estás dispuesto a pagar por Paul McCartney

Nos pasamos a la música. ¿Cuánto puede llegar a valer la copia de un disco? Alrededor de 5 millones de dólares. Hablamos de Once Upon a Time in Shaolin, el infame proyecto de Wu-Tang Clan para llenarse aún más los bosillos con la edición limitadísima (una copia) de su último disco. Si tienes algo menos de dinero y algo más de estómago, prueba con Paul MacCartney: posee la única copia de uno de los primeros singles de The Quarrymen, el proyecto embrionario de The Beatles.

Si prefieres cuidar a tus oídos, tienes copias originales del The Velvet Underground & Nico por más de 20.000 euros. Si te preguntas por qué vale tanto, puedes comprobarlo aquí.

El disco que casi quebró a su discográfica

No salimos del universo pop. Al margen de cuánto está dispuesto cada uno a pagar por un remoto single de una remota banda, tenemos a los discos que casi quebraron a sus discográficas. Uno de nuestros favoritos: Loveless, de My Bloody Valentine, lanzado en 1991 por Creation. Se cree que su coste superó las 250.000 libras, una barbaridad, durante los dos años de grabación que Kevin Shields empleó en el proceso. La obra de un megalómano que casi manda a la bancarrota a Creation.

Sobrevivieron. El disco no fue un éxito, pero sí una pieza fundamental de su género. Y más tarde un par de paletos de Manchester aterrizaron en Creation para hacerles de oro.

Una novela sobre el poder del dinero

Oil!, de Upton Sinclair publicada entre 1926 y 1927, narración satírica e irónica sobre el aluvión de nuevos millonarios hechos a sí mismos en Estados Unidos gracias al petróleo. ¿Un referente en mente? Por supuesto, John D. Rockefeller, quien se cree que acumuló la fortuna más grande de la historia de la humanidad. Paul Thomas Anderson se basó parcialmente en Oil! para filmar una obra maestra sobre el dinero, la corrupción, y el alma negra del ser humano. Se titula There Will Be Blood, la protagoniza Daniel Day Lewis y si no la has visto, aprovecha este fin de semana.

De viaje por la galaxia

Hemos hablado hace no demasiado de los edificios más faraónicos repartidos por el mundo. Es época de turismo, de modo que viajemos a través de otros edificios quizá no tan mastodónticos, pero igualmente exclusivos. Las cinco habitaciones de hotel más caras en las que puedes alojarte: desde Suiza hasta Fiji, pasando por Cannes o Nueva York. 67.000 dólares una noche. Turismo de otra galaxia, mientras la mayoría pasamos nuestros días entre Salou y la Manga del Mar Menor.

Y algunas de las series de TV más caras

Tienes para elegir: desde Juego de Tronos, que lleva ya cinco temporadas, hasta Maco Polo, la exorbitantemente cara serie de Netflix sobre la vida del explorador italiano. Hay algunas sorpresas inesperadas: desde Friends (los actores comenzaron a pedir más y más dinero) hasta Deadwood (que tuvo un pobre rendimiento comercial, pero que es buena hasta decir basta). Algunas merecieron la pena. Otras (ejem, Camelot) no tanto. En cualquier caso, tienes donde elegir.

¿Grey? 7 libros y manuales BDSM que sí vale la pena leer

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Grey

Como era de esperar, y a pesar de las malas críticas, Grey, el último libro de la saga de 50 sombras de E. L. James se ha convertido en una de las novelas del verano, liderando la lista de las ficciones más vendidas.

Dejando de lado que se considere sexista (al fin y al cabo es una novela) y sin entrar a cuestionar su calidad literaria, está claro que cuenta con el (dudoso) mérito de acercar el BDSM a mucha gente interesada que hasta ahora lo desconocía, por lo que una vez metidos en harina, ¿por qué no adentrarnos en lecturas realmente fascinantes sobre el tema?

El término BDSM está compuesto actualmente por las iniciales de Bondage, Disciplina o Dominación, Sumisión o Sadismo y Masoquismo. La relación de Grey con Anastasia incluye una pizca de cada una de ellas, y quizá por eso causó tanto revuelo en su primera aparición, pero sobra decir que James no inventó absolutamente nada. Aquí van algunas buenas obras que lo demuestran, la mayoría de ellas muy anteriores en el tiempo.

Así empezó todo

Sade

Aunque inicialmente se publicó de forma anónima en 1795, es una de los escritos más destacados del célebre escritor y filósofo francés, Marqués de Sade, al que le debemos el término de sadismo.

Su obra durante muchos años ha sido considerada pornográfica, repulsiva o en el mejor de los casos erótica, pero si dejamos de lado los prejuicios encontraremos en sus letras una exploración profunda sobre los límites de la moral, el sexo, el deseo y la hipocresía social, que todavía hoy resulta transgresora.

La filosofía en el tocador no es una de esas novelas libertinas ligeras, que tan de moda estaban en su época, pero no por eso deja de ser entretenida y amena, porque ante todo el Marqués era un magnífico escritor, que sabía interesar y crear expectativa mientras nos narraba todo tipo de depravadas invenciones.

Además forma parte de la historia, concretamente de la Revolución Francesa, aunque se centra principalmente en la conversión a la vida perversa de una adolescente, de la mano de tres instructores.

Venusdelaspieles

Si a Sade le debemos el sadismo, es fácil deducir que a Leopold von Sacher-Masoch le debemos el uso de la palabra masoquismo. Publicada 75 años más tarde, en 1870, La Venus de las Pieles narra la vida de un hombre enamorado, que consigue convencer a la mujer que adora para que lo convierta en su esclavo y le castigue tanto física como psicológicamente.

Incluye todo un catálogo de fantasías masoquistas, especialmente masculinas, pero tampoco se queda únicamente en la superficie, sino que las narra en primera persona, para que podamos llegar hasta el fondo de lo que el protagonista siente, teme y necesita.

Es tan actual que pone los pelos de punta pensar que fue escrita hace casi un siglo y medio.

Historiadeo

Apareció unos años más tarde, en 1954, pero es el clásico del género BDSM por excelencia. De sus páginas se han extraído prácticas, posturas y amuletos que hoy todavía identifican a los que practican la Dominación/sumisión, como el anillo de esclava o el collar y las pulseras de cuero.

El libro fue un auténtico escándalo, sobre todo porque su autora era una mujer y su protagonista sufría, pero también disfrutaba, de multitud de experiencias sadomasoquistas, con el fin de convertirse literalmente en un objeto sexual, para satisfacer así a su amante. El mismo que primero la deja en un castillo para ser adiestrada y después la cede a otro hombre de forma permanente.

Contiene quizá una de las frases más bonitas y a la vez ilustradoras sobre este tema:

O se preguntaba por qué se mezclaba tanta dulzura al terror que sentía, o por qué le parecía tan dulce su terror.

Pero que nadie espere una historia romántica a lo Corín Tellado como las del universo Grey, porque afortunadamente, está en otro nivel muy distinto.

También hay obras más recientes

Laatadura

Ya ha pasado más de dos décadas de su primera publicación y su autora, que por 1993 tenía únicamente 20 años, falleció poco después en un trágico accidente de coche, pero es una de las novelas contemporáneas sobre BDSM que más repercusión ha tenido, tanto por lo joven que era Vanessa Duriès cuando la escribió, como por todo lo que tiene de crudo, sincero y autobiográfico su relato.

La Atadura, cuenta precisamente eso, la ligadura que existe entre una sumisa y su Amo, entre una adolescente y el hombre que la domina, y cómo esto genera una relación de dependencia recíproca. Las prácticas sadomasoquistas tienen también mucho protagonismo y son en ocasiones bastante fuertes, sobre todo teniendo en cuenta la tendencia a suavizar todo que predomina en los libros de éxito actuales.

Ocultosutil

Entre lo más reciente, rescato una novela de 2006 que se desmarca totalmente de las frivolidades que se están publicando últimamente. De lo oculto y lo sutil ni siquiera podría clasificarse como una novela BDSM al uso, pero si nos sumerge por completo en los entresijos de la dominación, la sumisión y sobre todo la entrega, a través de una protagonista ávida por conocer su verdadera naturaleza y un maestro encarnado en la figura de un médico.

El viaje comienza con una chica de unos 30 años que se encuentra realizando una tesis doctoral sobre "Sade y el mal" y… el resto es mejor descubrirlo mientras se devoran las páginas.

Su autor, Francisco Traver, es psiquiatra, músico y escritor. Podéis leerle también sobre este y otros temas en sus dos blogs, La Nodriza de las Hadas y el Rey Carmesí y Neurociencia Neurocultura.

Manuales de instrucciones

Por supuesto todos los libros anteriores no dejan de estar clasificados en el género de ficción, por lo que sí además de leer novelas, alguien siente curiosidad por adentrarse en el mundo que se asoma tímidamente en 50 sombras, o simplemente le gustaría probar con cualquiera de las prácticas BDSM, lo mejor es apartar por un momento las fantasías irrealizables o incluso peligrosas y centrarse en otras tres siglas de vital importancia:

SSC: Sano, seguro y consensuado

Imprescindibles tanto para las relaciones a largo plazo, como para los juegos esporádicos. Lo principal es asegurarnos que tanto nuestro cuerpo como nuestra mente, van a permanecer a salvo. Para ello, nada como leer lo que nos recomiendan los expertos en materia.

Wiseman

Una manual de referencia desde su primera publicación en 1992, que nos acerca al BDSM como concepto y forma de sentir y disfrutar la sexualidad, pero que a la vez también contiene información práctica y didáctica para ponerse manos a la obra.

Lasrelgasdeljuego

Si el anterior era una traducción, este está escrito originalmente en español por el editor de la revista Sumissa y es algo más reciente (2008). Dos factores que hacen que para muchos resulte más cercano.

Por otra parte, la red está llena de foros, comunidades (como Fetlife), blogs y webs donde se encuentra mucha información útil, aunque como en todo, también predominan los mitos, estereotipos y tomaduras de pelo varias.

Una de las webs más recomendables, con información fiable y útil, es la de Golfxs con Principios, con recopilaciones tan exhaustivas como Diez consejos para la mujer novata, soltera, heterosexual y “sumisa” o la la traducción de parte del libro sobre BDSM "The New Bottoming" de Dossie Easton y Janet W. Hardy. Perfectas para principiantes.

Todo depende de cuánto y cómo queramos acercarnos al tema, si como simples lectores, curiosos o buscadores de nuevas experiencias, las posibilidades son infinitas. En cualquier caso, ¿ya has escogido qué libro te va a acompañar en la playa o en la piscina? ¿Será Grey después de todo? ¡Se aceptan recomendaciones!

Más de un milenio de mapas online: nos va el #pornocartográfico gratis

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Mapamundi chino de 1790

La Universidad de Chicago ha puesto gratuitamente en Internet los tres primeros volúmenes de "The Histoy of Cartography" [La Historia de la Cartografía]. Tres manuales que reflejan el esfuerzo de los seres humanos por definir el mundo que les rodeaba durante siglos: constelaciones, mares, ciudades, mapamundis...

Se trata de una oportunidad estupenda para poder disfrutar de estos bellos mapas, sobre todo teniendo en cuenta que el volumen más barato en edición física cuesta más de 160 euros. The History of Cartography nació en 1987, "la web todavía no existía (...) y la disponibilidad online de este material es una bendición para estudiantes y entusiastas de los mapas", según señala la propia Universidad.

La medida del mundo

Los volúmenes están repletos de joyas históricas tan curiosas como desconocidas para el aficionado occidental, como este globo terráqueo elaborado en Japón por Shunkei Shibukawa, a finales del siglo XVII:

Globo terráqueo Shibukawa

Esto es lo que el mundo sabía de Brasil hacia 1576, por ejemplo:

Mapa Brasil 1576

¿Australia? ¿Antártida? A este mapamundi grabado entre 1534-36 todavía le faltaba casi un siglo para que esas "tierras australes no examinadas" del hemisferio sur tuviesen forma y nombre. El resto lo tenían más o menos bajo control:

Mapamundi1534

Willem Jansz dedicó su vida a construir globos terráqueos y celestes. Éste data de 1616:

Mapamundi Jansz 1616

Antiquísimo mapamundi árabe. Para entenderlo mejor, el texto señala que "el Este está arriba":

Mapamundi árabe 977

Mapa de Bélgica representando al país como un león, realizado durante la tregua de Amberes (que duró 12 años a principios del siglo XVII. Parte de la Guerra de los Ochenta Años entre los Países Bajos y España. No nos fue bien):

Mapamundibelgica

El "mapa medieval definitivo" -invertido-, en el que ya aparecía gran parte de ASia, y una idea muy curiosa de cómo era África:

Mapamundi1459

Mapa celeste de las constelaciones chino encontrado en una tumba Wei (siglos II-III), con la Vía Láctea cruzando el cielo:

Mapamundiconstelacioneswei

Y otro mapa chino, bastante más moderno y preciosista, que recorre la costa asiática y representa Corea e Indochina:

Mapa costa china

Esta selección da una idea de lo que se puede encontrar en los volúmenes. No ocupan mucho en descarga y cubren tanto los tradicionales mapas europeos como las cartografías del resto de continentes, con todo tipo de mapas de ciudades y batallas, regiones, etnografías y otras representaciones con las que nuestros antepasados trataban de suplir la falta de GPS.


El fenómeno fan-trailer o cómo vender películas (aunque no existan) mejor que los propios estudios

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We <3 Boba

Puede que Josh Trank haya perdido la oportunidad de dejar su huella en Star Wars por un quítame allá el accidentado rodaje de Los Cuatro Fantásticos. Pero hoy nos importa menos, después de haber visto un tráiler producido desde cero de Boba Fett, el personaje del que debía encargarse Trank. Y eso que la película, a día de hoy, ni siquiera tiene un teaser oficial de Disney.

Los fan-trailer, en realidad, son la extensión al vídeo del fan-fic. Una corriente tan vieja como la literatura, en la que los aficionados se encargan de producir, reciclar o remezclar material de sus personajes favoritos para prolongar su vida más allá de lo que sus autores -o sus dueños, en esta era de copyright- pretendían. Y, en el caso del fan-trailer, dan para mucho.

En un mundo...

Este teaser de Boba Fett, dirigido por Eric Demeusy, es sólo un ejemplo de la dedicación que pueden ponerle los fans al asunto. En este caso, se trata de metraje nuevo con el que contar una brevísima historia: la del cazarrecompensas escapando del monstruo Sarlacc (que le devoró en El Retorno del Jedi), activando su nave Slave-I y perdiéndose en las estrellas.

Un punto de vista alternativo para esa película de Star Wars: Anthology que, según los rumores, se centrará en el origen del personaje y no en lo que le pasa a la altura del Episodio VII que se estrena estas navidades. Pero no es el único ejemplo de lo que pueden hacer los fans para superar el manido tráiler cronológico con el que nos bombardean las productoras desde hace años.

Que se lo digan a Kevin Tancharoen, un director profesional que en 2010 produjo por su cuenta este "tráiler" de una tercera entrega de Mortal Kombat. El director pretendía convencer a la productora de que era el tipo ideal para levantar ese proyecto.

Y el tráiler tuvo tan buena acogida que Tanchareon lo consiguió en parte: llegó a firmar con New Line para llevar al cine su visión de la serie. No sucedió, pero eh: ahora está dirigiendo episodios de Shield y The Flash. Un buen tráiler falso -aunque en este caso Tancharoen jugase con ventajas similares a las de Adi Shankar- va siempre a favor de los jóvenes directores en estos tiempos virales.

Aquí está Jack

Pero hablábamos de fans. ¿El Resplandor como comedia familiar? Claro que sí. Este tráiler de 2005 es uno de los mejores ejemplos supervivientes de los fan-trailer originales, de los que se tiene noticia por lo menos desde 2003. Desde entonces, el fenómeno se divide entre fans tratando de anticiparse a los próximos estrenos (¡de los propios tráileres!) con montajes de otras películas

o videojuegos.

Incluso audio, como este grandioso mash-up de "El mundo está loco, loco, loco" de Stanley Kramer con el audio de Mad Max: Fury Road de George Miller:

Hasta aficionados que, libres de las restricciones del copyright proponen su película soñada, como este Marvel versus DC,

...que sería imposible en la vida real a menos que Warner, Disney y Fox se pusiesen de acuerdo (spoiler: no va a pasar).

Dejar tu huella

E incluso se puede usar todas las convenciones del tráiler para impulsar un canal de Youtube con críticas comprimidas de cine. Es el caso del canal Screen Junkies con sus Honest Trailers, que les han dado casi cinco millones de suscriptores. Y en el que se pueden encontrar joyas como este "tráiler honesto" de Mad Max: Fury Road. Que conviene ver sólo si ya has visto la original, eso sí:

Otra de nuestras cumbres favoritas también bebe de aquel tráiler-parodia de El Resplandor: la gente de Bad-Lip Reading se dedica a poner nuevas voces y efectos al metraje ya existente para crear sus propias obras. Su mejor vídeo hasta la fecha es "Medieval Land Fun-Time World". O, lo que es lo mismo: Juego de Tronos convertido en parque temático cutre.



Cómo celebrar los 25 años de Monkey Island en un fin de semana

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como una vaca

Este mes El Secreto de Monkey Island, la aventura gráfica más famosa de todos los tiempos, cumple 25 años. Ron Gilbert, Tim Schafer y Dave Grossman escribieron un videojuego que es símbolo de toda una generación y por el que muchos todavía suspiran.

Y cuya influencia todavía se deja notar en nuestros días, desde videojuegos hasta taquillazos como la saga Piratas del Caribe. Para celebrarlo, hemos seleccionado una serie de títulos con los que rememorar los días en los que las aventuras gráficas de LucasArts dominaron el mundo.

Piratas del Cáribe, de Jerry Bruckheimer

Perlanegra

Lo más cercano que existe a una adaptación al cine de Monkey Island es Piratas del Cáribe. Tiene casi todos los elementos tan juntos como revueltos. Y no en balde. Ted Elliott, su guionista, fue el encargado de escribir el guión para una película de The Monkey Island, finalmente cancelada allá por el año 2000.

Tres años más tarde teníamos a Orlando Bloom como Guybrush Threepwood Will Turner y Keira Knightley en un papel que podría ser el de Elaine Marley. Entre otros cuantos parecidos sospechosos (Barbosa no es un LeChuck, pero casi). También hay que entenderlo: Piratas del Cáribe empezó como una atracción de Disney, de la que Ron Gilbert se confesaba fan. Según Gilbert, las dos principales influencias para Monkey Island fueron esa atracción y una novela.

En Costas Extrañas, de Tim Powers

En Costas Extrañas

Batallas navales inmensas, zombis, cacerías de espectros, Barbanegra, el pirata a su pesar Jack Shandy... La novela de Powers de 1987 es en sí una montaña rusa de la literatura fantástica, un no parar de ideas locas y acción al límite. Y nuevamente, Gilbert no fue el único que la cogió como referencia. Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas, la cuarta entrega de la saga (y también guionizada por Ted Elliott) comparte el mismo título en inglés que esta novela: On Stranger Tides.

¡Los jóvenes beben grog!

EL chiste más trol en la historia de la saga es posterior a los juegos originales: el 1 de agosto de 2009 el canal argentino C5N emitía una pieza sobre una peligrosa bebida que circulaba por las redes sociales y que los jóvenes usaban para ponerse a tope, el Grog XD. No, ni siquiera el emoticono "XD" sirvió para que se diesen cuenta, durante un par de gloriosos minutos, de que estaban refiriéndose a los ingredientes del grog que hay que preparar en Monkey Island.

A los del canal, que hablaban de que el gobierno tomase medidas y todo, se la colaron tanto que los desarrolladores de Telltale Games hicieron un chiste con el Grog XD en el último episodio de Tales of the Monkey Island:

"¿Scumm? ¿Qué es eso de SCUMM?"

Conquistar el mundo

El doctor del programa argentino se lo preguntaba muy en serio: qué es el scumm y qué puede hacerle a tu organismo si te lo bebes. No tenemos respuesta para la segunda pregunta, pero sí para la primera. SCUMM era el nombre del software creado por Gilbert y Aric Wilmunder para crear aventuras gráficas: Maniac Mansion, Monkey Island, El Día del Tentáculo, Indiana Jones y el Destino de Atlantis... Todas las aventuras de la casa durante esa época usaban ese sistema, que hoy podemos reproducir en nuestros móviles: SCUMMVM.

Aquí puedes informarte más sobre cómo usarlo. Porque pretendíamos poner las versiones oficiales para móviles, pero Disney decidió retirarlas de las tiendas de apps hace unos meses. :(

Rogue Leaders, la historia de LucasArts

Puede que Monkey Island vuelva algún día. Ron Gilbert está dispuesto, y en Disney no le hacen ascos ni a la idea de meter alguno de sus personajes en esa gallina de huevos de oro que son los muñecos-videojuego de Infinity. Pero LucasArts como tal no volverá. Cuando Disney adquirió el imperio de Lucas, una de sus primeras decisiones fue cargarse el estudio. Una decisión en parte acertada, porque LucasArts no levantaba cabeza desde hacía muchos años.

Este libro de Rob Smith de 2008 repasa 25 años de historia del estudio, desde su nacimiento en 1982 hasta sus últimos éxitos, dedicando un buen trozo a los años de magia aventurera de Gilbert, Schafer y compañía. ¡Y tiene un prólogo del ermitaño Lucas!

The Cave, de Ron Gilbert

The Cave

Gilbert y Schafer siguen haciendo juegos (Grossman estuvo una temporada en Telltale, conocidos por sus aventuras de The Walking Dead y Juego de Tronos). Pero Gilbert tenía una idea en tiempos de LucasArts que nunca pudo ver la luz hasta enero de 2013: The Cave. No, no es tan revolucionaria como Magic Mansion, tan divertida como El Día del Tentáculo o tan gloriosa como los dos primeros Monkey Island. Es... Diferente. Pero merece la pena echarle un ojo: parte de la magia está ahí todavía.

Tales of The Monkey Island

La aventura episódica de Telltale dejó un sabor agridulce: era y no era Monkey Island. Tenía la música de Michael Land, los personajes, buenas ideas, creatividad, diversión, aventura... Pero faltaba el toque de sus creadores. Como aventura es más que decente, y los más nostálgicos podrán disfrutar de la única entrega digna de Monkey Island en casi 20 años.

"Mira detrás de ti, ¡un mono con tres cabezas!"

Monocontrescabezas

Hemos encontrado la camiseta que permite reproducir nuestro chiste favorito (después del duelo de insultos) de Monkey Island. Somos felices.

Nota: algunos de los enlaces aquí publicados son de afiliados. A pesar de ello, ninguno de los artículos mencionados han sido propuestos ni por las marcas ni por las tiendas, siendo su introducción una decisión única del equipo de editores.


Doce recomendaciones para pasar el fin de semana entre virus árticos descongelados

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The Thing

Los científicos han descubierto que el deshielo glaciar nos está trayendo de vuelta a la vida a virus de más de 30.000 años de antiguedad. Y, claro, es leer esto y que en la redacción de Magnet haya una mezcla entre euforia exacerbada, yatelodijes y ganas de irse de inmediato al ártico a ver qué pasa sabiendo que acabará mal.

Sí, son muchos años amando tramas argumentales parecidas como para que ahora no nos sintamos entusiasmados por una noticia que, en el fondo, puede matarnos. Si queréis celebrar con nosotros esta extraña sensación, algo así como estar de fiesta en pleno apocalipsis, os invitamos a unas cuantas cosas que podéis hacer o planificar el fin de semana en conmemoración de los bichitos escondidos en el hielo.

  • La Cosa de Carpenter: claro, inevitable no pensar en ella. Por once euros podéis tener la excelente edición en BluRay del clásico de John Carpenter, con Kurt Russell (KURT-RUSSELL) enfrentado a un bichito recién descongelado de intenciones chanantes (si se entiende que destruir a la humanidad puede ser divertido). Luego ya podéis ir a por la versión de 2011, precuela de la Carpenteriana o a por ‘El enigma de otro mundo’ (‘The Thing from Another World’), dirigida por Christian Nyby y por Howard Hawks no acreditado.

  • ¿Quién hay ahí? (Who Goes There?): este plan es gratuito. Por desgracia, en español es imposible disfrutar de una recopilación de relatos de John W. Campbell, uno de los nombres influyentes de la ciencia ficción estadounidense. Ésta fue la novela corta que John Campbell publicó en 1938 y que influyó tanto a Carpenter como al resto de adaptaciones o relatos derivados sobre entidades extraterrestres descongelándose en medio de una investigación antártica. Y sí, como en la película de Carpenter, también hay perrico.

  • Ad Astra, de Peter Watts y Laurie Chanier: Aunque Watts merezca la pena por otras lecturas, la que nos interesa dentro de esta recopilación de relatos es la de 'Las cosas', que supone darle la vuelta por completo al relato de Campbell (y de Carpenter, hay mucho de la influencia del cineasta en la visión de Watts). Si hasta ahora habías pensado que el organismo descongelado del hielo sólo tenía malas intenciones... mejor piénsatelo de nuevo porque... ¿y si cuando lo despertamos él sólo quería iniciar un contacto amable y se encontró con los peores humanos posibles?

Horror Express 2
  • Pánico en el transiberiano: también nacida del relato de Campbell, es una de las películas más representativas del Fantaterror hispánico de los 60/70. Que Christopher Lee y Peter Cushing se sumen a la fiesta debería ser un plus para los indecisos (¿a estas alturas los hay aún?).

  • En las montañas de la locura: siendo sinceros, aunque Campbell sea quien nos sostenga todo respecto a bichos descongelados, Lovecraft y Poe ya habían experimentado con una expedición científica a territorio helado que acaba como el rosario de la aurora. Mientras que la de Lovecraft apunta a los primigenios, la Narración de Arthur Gordon Pym se deleita en absolutamente todas las obsesiones de Poe y puede disfrutarse ahora en edición ilustrada en la edición de Libros del Zorro Rojo (que conserva la emblemática traducción de Julio Cortázar)

  • Por supuesto, en cuanto a videojuegos podéis recuperar (si desempolváis la Xbox o la PS2; o más fácil, desde el PC), The Thing, la secuela-adaptación que en 2002 hicieran en Computer Artworks de la película de Carpenter, un Half-Life meets Resident Evil meets X-Com. Como el original está complicado de encontrar (o no tanto, en Kickass lo tenéis en español), otra buena opción es probar el mod que para Arma 3 hay en Steam con ambientación Carpenteriana. Está un poco desactualizado, pero dando rodeos aún puede hacerse que funcione.

  • No podréis replicarlo, pero la verdad es que no estaría mal haber podido disfrutar de la noche de Halloween de 2011 en el laberinto del terror del parque temático de Universal que prepararon en honor a 'The Thing':

  • Y si lo que os va es lo visual, un clásico reciente es esa Barlowe's Guide to Extraterrestrials donde Wayne D. Barlowe recreó en 150 páginas algunos de los visitantes más míticos de la Ciencia Ficción.

  • Si os decimos que os recomendamos 'Helix' es probable que nos deis un lógico capón, así que preferimos ir sobre seguro: en la primera temporada de 'Expediente X', el octavo episodio ('Ice') tiene un significativo título ya deja claro que hay otro buen homenaje a una de las historias de ciencia ficción terrorífica más influyentes. Sólo que esta vez el hielo es el de Alaska y con Mulder y Scully enfrentados en pareja a la paranoia. En 'Expediente X' hay otras ocasiones de "bichos+hielo=no los toques", como 'Gethsemane' (S04E24) o la pareja 'Tunguska'/'Terma', también de la misma temporada.

Y, nada, que ya avisamos a la vuelta de nuestra visita al sibericum. Qué bonito nombre para un virus. ¿Espera? ¿Por qué el visado nos lo firma Umbrella Corp?

La violencia del pasado en el cine sí que era violencia

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Un Fotograma Del Remake De Robocop

Los remakes suelen generar el rechazo del público desde el momento en el que se anuncian. Luego muchos de ellos tienen éxito pero a priori no resulta atractivo pagar la entrada para que te vuelven a contar la misma historia. Nunca he estado en contra de la fórmula, a pesar de que Hollywood ha mancillado títulos que adoro, o de que a menudo no puedo evitar preguntarme qué sentido puede tener rodar otra vez una película que ya está perfecta. El dinero, ya…

Hay muchos motivos para estar en contra de un remake y uno de los más razonables es que Hollywood está cada vez más blando. Los estudios tienen miedo a pasarse de la raya con el sexo y la violencia o a molestar a ciertos colectivos especialmente sensibles. El resultado es que sus películas son cada vez más descafeinadas, aburridas. Y nadie necesita una versión light de una historia que pide a gritos mostrar el aspecto más salvaje del ser humano. Como las que tenéis a continuación. Os dejo algunas de las escenas más violentas de las últimas décadas

Nunca olvidaré esta escena. Su crueldad, su brutalidad. Recuerdo que me produjo incluso pesadillas. Y es que ‘RoboCop’ (Paul Verhoeven, 1987) es una de las películas más violentas jamás rodadas, con numerosos instantes que podrían entrar en esta selección, pero la muerte de Alex Murphy siempre me ha parecido la más impactante. No he visto aún el remake pero dudo mucho que Padilha haya podido siquiera acercarse a lo que nos dejó Verhoeven. Y no por él, sino por los ejecutivos con los que habrá tenido que lidiar.

Taxi Driver’ (1976) cuenta la historia de Travis Bickle –Robert de Niro, cuando aún molaba–, un excombatiente de Vietnam afincado en Nueva York poco después de terminar la guerra, donde se siente rechazado por la sociedad. Este “héroe” haciéndose paso mediante disparos en un burdel para salvar a Iris –una cría obligada a ejercer la prostitución interpretada por Jodie Foster– es la más sangrienta de este trabajo de Martin Scorsese.

Ultraconocidas son las fechorías de Alex y compañía, y ultraviolencia es la acepción que ‘La naranja mecánica’ (‘A Clockwork Orange’, 1971) engendró. Una de las escenas más memorables de la obra de Stanley Kubrick es, sin duda, esa invasión a la casa de un escritor con su posterior agresión y la violación de su mujer, mientras entonan ‘Singin’ in the Rain’. Auténtica humillación.

Basada en la novela homónima de James Dickey, ‘Defensa’ (‘Deliverance’, John Boorman, 1972) fue un éxito de taquilla –quinto título más rentable de 1972– y contiene una de las escenas de violación más duras del cine. Un grupo de amigos decide hacer un viaje por un río antes de la construcción de una presa; dos de ellos son asaltados por unos salvajes, y mientras uno es atado a un árbol, al otro lo violan brutalmente entre grandes alaridos…

El estreno de la divertida ‘El lobo de Wall Street’ (‘The Wolf of Wall Street’, 2013) nos ha obligado a revisitar la gloriosa ‘Uno de los nuestros’ (‘Goodfellas’, 1990). En la ya considerada como uno de los clásicos del cine de gángsters Scorsese nos deleita con una de las mayores palizas que se han propinado en la pantalla. En esta escena, el bocazas Billy Batts (Frank Vincent) comete el error de meterse con el peligroso Tommy (Joe Pesci). Nunca un tipo tan bajito dio tanto miedo…

Ridley Scott tiene asegurado un lugar de honor en el olimpo del séptimo arte gracias a dos obras maestras de la ciencia-ficción, la terrorífica ‘Alien’ (1979) y la romántica ‘Blade Runner’ (1982). En la primera hay varias escenas violentas fascinantes; la más poderosa, sin duda, es la que nos presenta a la criatura alienígena tras destrozar el estómago de John Hurt. Un parto complicado.

Al remake de ‘Perros de paja’ (‘Straw Dogs’, 1971) le pasa como al de ‘RoboCop’. Es imposible que el Hollywood actual permita la violencia que había en el film original. Y no debe ser casualidad que la memorable secuencia de la violación no esté disponible en Youtube mientras que sí es posible encontrar las de otras películas. La clave, creo yo, es que ella no se niega del todo a lo que ocurre. Y eso puede dar pie a pensamientos peligrosos…

Hace ya 22 años –¡cómo pasa el tiempo!– del estreno de ‘Reservoir Dogs’, el explosivo debut cinematográfico de Quentin Tarantino, pero aún resuena en nuestra memoria el recuerdo de la mítica escena donde el criminal Señor Rubio (Michael Madsen) corta la oreja a un policía y lo rocía después con gasolina. Todo ello mientras canta y baila el clásico de los 70 ‘Stuck in the Middle With You’. Eso es torturar con estilo.

Las 19 influencias de Tolkien al crear la mitología de 'El Señor de los Anillos'

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Lotr Poster

A todos nos suenan 'El Señor de los Anillos' y 'El hobbit' por las dos trilogías de películas que Peter Jackson ha hecho de ellas. Y tal vez no suenen también porque George R.R. Martin, autor de los libros en los que se basa 'Juego de tronos', reconoce que son grandes influencias en su obra. Los libros de J.R.R. Tolkien que Jackson adaptó al cine, no tanto las películas (aunque sin ellas, la serie de HBO no existiría). Pero Tolkien no se inventó la Tierra Media de la nada.

Hace poco, La 2 emitió un documental, titulado 'Tolkien, las palabras, los mundos', que narraba la vida del escritor británico y la utilizaba para explicar algunas de las cosas que introdujo en sus libros. El erudito de Oxford tiró de sus experiencias personales y sus trabajos académicos para crear 'El Señor de los Anillos', pero siempre se negó a establecer ninguna alegoría entre el libro y hechos históricos. Si viera esta lista de sus influencias, seguramente nos daría un buen rapapolvo.

1. La orfandad de Tolkien

Frodo Baskhi Fotograma de la versión animada de 'El Señor de los Anillos', de Ralph Bakshi.

Frodo Bolsón, el protagonista de 'El Señor de los Anillos', perdió a sus padres cuando era niño. Drogo Bolsón y Prímula Brandigamo se ahogaron al salir en su barca e, inicialmente, Frodo se fue a vivir con la familia de su madre. Cuando cumpliño 21 años, Bilbo Bolsón, su tío, lo nombró su heredero. John Ronald Reuel Tolkien también se quedó huérfano a los 12 años, cuando murió su madre, nueve años después de que hubiera fallecido también su padre. Los hermanos Tolkien pasaron a estar bajo la tutela de Francis Murray Morgan, sacerdote católico del lugar.

2. Edith Bratt y el amor imposible

Arwen Aragorn

Tolkien conoció a Edith Mary Bratt, su futura esposa, cuando tenía 16 años. Ella era tres años mayor que él (y protestante), y el padre Murray no le permitió volver a verla hasta que el joven John hubiera cumplido 21 años, que marcaba la mayoría de edad. Para entonces, Edith estaba a punto de casarse con otro hombre, pero Tolkien consiguió impedirlo. Su relación inspiró algunos de los amores imposibles, o llenos de complicaciones de la saga, pero más que el de Arwen y Aragorn (una elfa y un humano), dio a Tolkien la base sobre la que construir la historia de Lúthien, una elfa inmortal, y el humano Beren. Esta historia se cuenta en 'El Silmarillion'.

3. Sarehole y la Comarca

Sarehole

Tolkien creció en Sarehole, una aldea dependiente de Hall Green, cerca de Birmingham. Era una zona rural, agrícola, en la que había un molino en el que, en la actualidad, se celebra un festival en honor del escritor británico. La forma de vida allí y sus habitantes inspiraron a Tolkien para crear a los hobbits y la Comarca. Los hobbits también vivían de la tierra, era gente sencilla que, de algún modo, representa una versión idílica y nostálgica de la campiña inglesa.

4. El amor por la naturaleza

En esa misma línea, el autor nacido en Sudáfrica era un gran defensor de la naturaleza, y alguien que veía con verdadero disgusto las transformaciones que las industrias habían generado en las zonas rurales inglesas. Los ents, esas criaturas arbóreas lideradas por Bárbol que tienen como objetivo proteger el bosque, encajan en esa creencia de Tolkien de que era necesario defender los bienes naturales.

5. La Revolución Industrial

Saruman

Ya hemos dicho antes que a Tolkien le horrorizaba la manera en la que la Revolución Industrial había acabado con la vida tradicional del campo inglés, y la había sustituido por ciudades grises, envueltas en el humo de las industrias. Birmingham, por ejemplo, fue una de las ciudades que más creció gracias a la industria textil, y no es raro encontrar ese disgusto de Tolkien ante el dominio de las fábricas y su destrucción del campo en pasajes como el momento en el que Saruman acaba con el bosque alrededor de Isengard para construir su ejército y unirse a Sauron. Este tema, de todos modos, no es exclusivo de Tolkien en la literatura inglesa. Elizabeth Gaskell, por ejemplo, ya mostró las tensiones entre la vida rural y la urbana e industrializada en 'Norte y sur' y 'Cranford', por ejemplo.

6. La batalla del Somme

Somme

La Primera Guerra Mundial fue un duro despertar para la sociedad europea de principios del siglo XX. La Gran Guerra fue una contienda sangrienta en la que se utilizaron, por primera vez, avances tecnológicos como tanques o ametralladoras, además de ataques con armas químicas, y en la que se perdió toda una generación de hombres jóvenes. Tolkien se alistó en el verano de 1915, con 23 años, enm los Fusileros de Lanchashire, y fue destinado a una de las peores batallas de la guerra, la del río Somme, en 1916. Sólo en el primer día de lucha, murieron 19.000 soldados británicos y 38.000 resultaron heridos, y el avance de ambos ejércitos se atascó en una guerra de trincheras, que el propio Tolkien describió como "un horror animal". El escritor estuvo hospitalizado por "fiebre de las trincheras", y en aquella época empezó a pergeñar lo que acabaría siendo la Tierra Media y 'El Señor de los Anillos'.

7. La camaradería entre soldados

Samsagaz

La experiencia de la guerra hizo no sólo que Tolkien fuera testigo de terribles horrores, sino también de actos de camaradería entre los soldados que fueron una gran inspiración para crear a Samsagaz Gamyi, el compañero inseparable de viaje de Frodo. El ejército británico colocaba a los hombres con estudios universitarios y buenas posiciones como oficiales, mientras los soldados rasos de infantería eran de clase trabajadora. En la división de Tolkien, eran mineros y obreros del textil, principalmente. La experiencia bélica en las trincheras, sin embargo, eliminaba las barreras de clase en sus relaciones, algo que habría sido imposible de otra manera. La dinámica de Frodo y Sam sigue un poco la que había entre los oficiales y sus ayudantes de confianza en el frente.

8. La Segunda Guerra Mundial

Saruman Palantir

Como decimos, aunque Tolkien siempre negó que hubiera establecido ningún tipo de alegorías con eventos históricos, los estudiosos de su obra siemptre han visto ciertos paralelismos entre el ascenso de la Sombra en Mordor, un ascenso al que al principio nadie presta demasiado atención, y la Segunda Guerra Mundial. Su hijo Christopher, de hecho, sirvió en la RAF (las fuerzas aéreas inglesas) durante esa contienda, y hay quien cree que Saruman puede estar inspirado de algún modo en Adolf Hitler. Es una teoría que se hizo muy popular cuando los libros se publicaron a mediados de los 50, pero el autor la desmontaba diciendo que se habían concebido mucho antes del inicio de la guerra, en 1939.

9. Los cuentos infantiles

Hobbit

El origen de toda la vasta historia de la Tierra Media, sin embargo, está en un relato que Tolkien escribió para sus hijos, 'El hobbit'. Él mismo afirma que se le empezó a ocurrir a mediados de los años 30, cuando era profesor en Oxford y se aburría corrigiendo exámenes. Como estudioso de lenguas y culturas antiguas, también había investigado relatos del folclore y la mitología de esos pueblos, sobre todo del norte de Europa, y en ellos se incluyen los cuentos de hadas. En 1939, de hecho, Tolkien dio una conferencia, titulada 'Sobre los cuentos de hadas', en la que los analizaba narrativamente, y se detenía también en su influencia posterior.

10. Las lenguas antiguas

Finlandes

Tolkien era, en realidad, un lingüista experto. Uno de sus primeros trabajos fue en el Oxford English Dictionary, estudiando la etimología de palabras de origen germánico a partir de la letra W, y en su juventud, se entretendía inventado nuevas lenguas. Cuando se puso a crear el mundo de 'El Señor de los Anillos', tiró de sus estudios para crear los idiomas hablados por cada uno de los diferentes pueblos de la Tierra Media y, específicamente, por los elfos. Ahí, el quenya está derivado bastante directamente del finlandés (en la imagen), que Tolkien aorendió para poder leer el Kalevala, un poema épico del siglo XIX que recopila bastantes leyendas tradicionales de Finlandia. Otras lenguas de las que Tolkien tiró fueron el latín, las antiguas lenguas germánicas o el anglosajón, que es el inglés antiguo.

11. Los anglosajones

Rohirrim

Una de las materias que J.R.R. Tolkien enseñó en Oxford era el anglosajón, la lengua que unía a los tres pueblos germánicos que invadieron Gran Bretaña en el siglo V: los anglos, los sajones y los jutos. Se ha querido ver la influencia de estos tres pueblos en la creación de los habitantes de Rohan y de Gondor, pero sobre todo de los primeros. Los Rohirrim son un pueblo conocido también como "los señores de los caballos" (que, paradójicamente, no eran demasiado populares entre los anglosajones), y muchos de los nombres de sus personajes más importantes proceden directamente del anglosajón, como Éomer. Tienen características también similares a los vikingos.

12. 'Beowulf'

Ya que estábamos con los anglosajones, no podemos dejar de lado una de las mayores influencias de Tolkien, y uno de sus trabajos académicos más importantes, 'Beowulf', un poema épico en inglés antiguo escrito, probablemente, entre los siglos VIII y XI. Cuenta la lucha de Beowulf, un héroe escandinavo que ayuda a Hrothgar, rey de los daneses, en su lucha contra el mosntruo Grendel. Tolkien dio una conferencia sobre él, 'Beowulf: los monstruos y los críticos', que no sólo cambió la manera en la que los investigadores afrontaban el texto (tomado hasta entonces, en 1926, como una historia infantil de pelea entre el Bien y el Mal). Para él, se centraba en ua historia sobre el destino de la humanidad, y lo recuperó como obra poética. Sí, Robert Zemeckis lo adaptó al cine en 2007. Dejémoslo ahí.

13. Los Edda

Thorin

La mitología nórdica fue una inagotable fuente de inspiración para Tolkien, y una de sus obras más representativas, en ese aspecto, pueden ser los Edda, una colección de relatos escrita en 1220 por Snorri Sturluson, escaldo y juez islandés que recogió todas esas historias tradicionales para enseñar lo que era buena poesía. De hecho, los Edda son, en realidad, dos: la Edda poética, recogida en un texto medieval Codex Regius, y que cuenta historias de la mitología escandinava y sus dioses, y la Edda prosaica, que es la escrita por Snorri Sturluson. Buena parte de esas historias influenciaron a Tolkien en cosas tan prosaicas como los nombres de los enanos que acompañan a Thorin Escudo de Roble en su viaje para recuperar la Montaña Solitaria de las garras del dragón Smaug.

14. El Cantar de los Nibelungos

Anillo

Que levante la mano a quien le suene la historia que cuenta El Cantar de los Nibelungos, un poema épico germano del siglo XIII que cuenta la historia de Sigfrido y su búsqueda del tesoro de los nibelungos, enanos que vivían bajo tierra. El tesoro, sin embargo está custodiado por un dragón y contiene, además, un anillo de oro que está maldito. Hay algún que otro paralelismo con 'El Señor de los Anillos', ¿no créeis? La historia de Sigfrido va más allá, y la terminó contando Richard Wagner en su tetralogía de óperas 'El anillo del nibelungo'. En ella, el enano Albérico roba el anillo de poder, oculto al fondo del río Rhin, como si fuera un antecesor de Gollum.

15. El catolicismo

Silmarillion

Tolkien era un católico devoto. También lo era su amigo C.S. Lewis, autor de la saga de 'Las crónicas de Narnia', en la que muchos estudiosos han encontrado bastantes alusiones a la religión cristiana. También se ha estudiado la obra de Tolkien buscando esas referencias, algo que él mismo negaba. Lo cierto es que, de haberlas, se encuentran más en 'El Silmarillion', su gran novela inacabada en la que contaba los mitos de la creación de la Tierra Media. En ese sentido, se puede decir que es un poco la Biblia de Tolkien, pero muchos de esos mitos están presentes en mitologías como la griega. De todos modos, es inevitable no pensar en la historia de Lucifer al leer como Eru (o Ilúvatar) crea la Tierra Media y tiene que luchar contra Melkor, que se rebela contra él y se entrega a la oscuridad.

16. Los Inklings

Pub Oxford

Como hemos mencionado a C.S. Lewis, hay que hablar, entonces, de los Inklings, una tertulia literaria que Lewis, Tolkien y otros profesores de Oxford y escritores tenían en el pub The Eagle and Child de la ciudad inglesa. Entre principios de los años 30 y 1949, se reunían allí para hablar, sobre todo, de literatura fantástica, y Tolkien utilizó a sus miembros para contarles cómo iba su desarrollo de 'El Señor de los Anillos'. Su hijo Christopher, que asistía a las tertulias, contó alguna vez que otro de los asistentes, Hugo Dyson, solía comentar con desgana en esas ocasiones, "Oh, Dios, no más elfos".

17. 'Macbeth'

No, Shakespeare no podía quedarse fuera de una lista de influencias en uno de los libros más importantes de la literatura inglesa. Pero no penséis que era porque Tolkien era un admirador del Bardo, o porque lo había estudiado con fruición. En realidad, pensaba que Shakespeare "la había cagado" en algunos pasajes de 'Macbeth', y utilizó 'El Señor de los Anillos' para mejorarlos, para mostrar cómo debían hacerse. En concreto, hay dos pasajes en 'Las dos torres' y 'El retorno del rey' que son referencias directas a la Obra Escocesa.

Las tres brujas profetizan que "Macbeth nunca será vencido hasta el Gran Bosque de Birnam a la alta Colina de Dunsinane marche contra él". Los enemigos de Macbeth cortan ramas de los árboles durante la marcha de sus ejércitos, simulando el avance de un bosque, lo que Tolkien creía que era una solución demasiado fácil. Así que él inventó los Ents del bosque de Fangorn y los hizo marchar sobre Isengard. Las brujas también le dicen al rey de los escoceses que ningún hombre nacido de mujer podrá matarle. Shakespeare lo arregla, en lo que Tolkien consideraba su mayor "chapuza", haciendo que su asesino sea un hombre nacido por cesárea. ¿La propuesta de 'El Señor de los Anillos'? Al Rey Brujo, Señor de los Nazgûl, también le dicen que ningún hombre vivo puede matarle, así que quien lo hace acaba siendo una mujer, Éowyn,

18. El ciclo artúrico

Gandalf

Uno de los muchos trabajos que Tolkien dejó inacabados a su muerte fue el poema 'The fall of Arthur', un poema en verso aliterativo y escrito en el inglés antiguo de 'Beowulf'. Contaba, lógicamente, la leyenda del rey Arturo, una historia que puede considerarse lo más parecido a una mitología que pueden tener los ingleses. Hay unas cuantas influencias del ciclo artúrico en 'El Señor de los Anillos', pero quizás la más clara sea la de Merlín, el mago asesor de Arturo, en Gandalf. Aunque también es verdad que figuras como la de Merlín son comunes en la mitología celta y sus druidas.

19. La mitología griega

Ulises

Con tanto "picoteo" en los mitos nórdicos, celtas, anglosajones y germanos, era inevitable que Tolkien también extrajera alguna inspiración de la mitología de la Grecia clásica, con sus historias de dioses que se inmiscuyen en los asuntos de los hombres y que tienen sus propias guerras entre ellos. La más clara parece ser la de los viajes de Ulises en su regreso desde Troya a Ítaca, trasladada a la Tierra Media en la figura de Eärendil, el marinero, padre de Elrond y un medio elfo que viajó durante años por sus mares. Su historia se cuenta en 'El Silmarillion', y en 'El Señor de los Anillos' es una estrella que marca la llegada del amanecer.

Imagen | Elliott Brown, Tony Bowden, Javier Aroche, Matt Brown, Dennis Jarvis

Jiufen, el mundo real del viaje de Chihiro

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Jiufen Spirited Away

Envuelto entre nubes y situado en una región montañosa de fácil acceso en la actualidad, el pequeño poblado taiwanés de Jiufen sirvió de inspiración para una de las películas más aclamadas de Hayao Miyazaki, “El Viaje de Chihiro” (2001).

Muchas son las similitudes entre algunos de los escenarios que aparecen en la película japonesa y algunos de los rincones de este pueblo perteneciente a la ciudad de Nuevo Taipei. A pesar de que hayan pasado más de diez años desde el estreno del filme de Studio Ghibli, las hordas de turistas japoneses siguen abarrotando las callejuelas y los cafés del pequeño pueblo taiwanés tras la pista de la inspiración de Miyazaki para su oscarizado film.

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La tetería A-mei (foto superior) es el lugar de peregrinación favorito para los turistas del país del sol naciente en Jiufen. Hay constancia de que Miyazaki pasó por allí, y muchos dicen que de este lugar sacó la inspiración para algunos de los personajes de la película como sin cara (Kaonashi), pero la verdad es que el creador de Totoro, la Princesa Mononoke o Ponyo nunca se ha pronunciado sobre esto último, que sepamos.

Lo que es innegable es la huella del color y la arquitectura del poblado taiwanés en la creación de muchos de los detalles del mundo fantástico del filme japonés. Las hileras de farolillos, los callejones intrincados o el aire festivo y enigmático de Jiufen tienen su marca en la aclamada obra de Miyazaki.

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La historia de Jiufen –literalmente, “nueve partes”- se remonta a la época de la dinastía Qing. Sería en 1893 con el descubrimiento de oro en la zona y el posterior comienzo de la ocupación japonesa en Taiwán cuando la región vería aumentar su prosperidad. A lo largo del pueblo quedan muchos vestigios de los años de la colonización japonesa, trazas del pasado que siguen latiendo con fuerza en el imaginario colectivo taiwanés.

Antes de que el director de “Nausicaä del valle del viento” pusiera sus ojos en este enclave entre el mar y la montaña, el director taiwanés Hou Hsiao-Hsien utilizó algunos de sus enigmáticos emplazamientos como localizaciones para su film “Ciudad doliente” (1989). Para las autoridades de la zona fue con este film taiwanés, ganador del León de Oro en el Festival de Venecia, con el que la región se asentó con fuerza en la lista de los imprescindibles turísticos en el continente asiático.

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Más allá de Chihiro y su mundo fantástico y otras películas filmadas en la zona, Jiufen sorprenderá al viajero con unos paisajes que quitan el aliento y sabores diferentes al paladar occidental, como el de las bolitas de taro. Si a la visita le sumas en tus cascos la banda sonora de Joe Hisaishi igual hasta te encuentras por la noche a alguno de los personajes de El Viaje de Chihiro…

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Fotos | danigargon, moviecroft, Alphacoders

Las obsesiones de H. G. Giger

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Conocido por la mayoría de vosotros por ser el modelador, el escultor de cuyas manos (y mente) salieron los ambientes claustrofóbicos y la criatura aterradora que asustarían a varias generaciones en la película de Ridley Scott, Alien, H. G. Giger encierra en su portafolio mucho más de lo que el celuloide le ha permitido dar a conocer.

Encierra un mundo espeluznante pero atrayente, un mundo que no es otra cosa que reflejo de las obsesiones de un niño inquieto que prefería pasar el día bajo una mesa que recibiendo la luz del sol a través de la ventana.

Infancia y oscuridad: allá donde reina el terror

A la ya presumible oscuridad proviniente de la retorcida orografía formada por escarpados valles, altas montañas e impenetrables bosques, del lugar donde se crió, se unirían un carácter huidizo y extremadamente tímido del infante Hans Rudi, quien tuvo la fortuna de dar sus primeros pasos en el seno de una familia acomodada dedicada a la farmacia.

Definido por el propio Hans como ‘una casa oscura’, su hogar se convertiría en el inicio del particular universo que el artista crearía, adquiriendo una vital importancia la estancia llamada como ‘la habitación negra’ y un patio interior (‘lugar en tinieblas’) donde, rondando los diez años, instalaría su particular ‘tren fantasma’ (su pasión por los trenes tendría un importante impacto en su obra adulta).

Giger2 “Pilot in Cockpit (Piloto en la cabina)”. 1978

Junto a su predilección por los trenes, ya en edad temprana desarrollaría cierto carácter sádico el cual tendría plasmación en algunos juegos y actividades infantiles, lo cual ahondaría aún más en su carácter huidizo y reservado en la búsqueda de intimidad para desarrollar sus actividades y dejar volar su imaginación por oscuros y sangrientos mundos imaginarios.

Quizás como su particular interpretación de la vida científica de su padre, también desarrollaría interés por la alquimia y experimentos químicos mezclando materiales y por mitos como el de Golem o Frankenstein, los cuales serían la puerta de entrada al mundo de la biomecánica, una de las constantes que conformarían su obra adulta.

Máquinas y biomecánica: un universo cibernético

La inocente pasión que, desde niño, desarrolló al respecto del por todos conocido como ‘Tren de la Bruja’, se convertiría más adelante en una obsesión por el caballo de hierro en todas sus formas y posibilidades. Así sería como, durante su edad adulta, el casero ‘Tren Fantasma’ se transformaría en diseños para trenes subterráneos y estaciones que tendrían su momento culminante en la propuesta de construcción, presentada al gobierno suizo, de crear un nuevo sistema de ferrocarril mastodóntico, y subterráneo, compuesto por cinco ramales que se unirían en un único punto, que actuaría de estación central, siendo todas las estaciones intermedias pirámides de más de mil metros de altura.

Giger5 “Li II” 1973-1974

Quien sabe si por su forma fálica (como veremos más adelante), o por lo ‘siniestro’ del funcionamiento artificial de la maquinaria y lo macabras que suelen ser las consecuencias de sus accidentes, los trenes servirían de puerta de entrada a un mundo nuevo para Giger, en el que sencillos mecanismos eran los protagonistas: los revólveres.

Asemejando la locomotora del tren con el proyectil lanzado por el revólver, H.G. Giger se convertiría no sólo en un experto en los mecanismos de funcionamiento de las armas de fuego, sino que todos los conocimientos adquiridos en ese área le llevarían a experimentar, imaginariamente, con la posibilidad de la interacción entre el cuerpo humano y las máquinas, creando o diseñando seres biomecánicos y desarrollando multitud de teorías al respecto.

Giger3 “Biomechanoid (Biomecanoide)”. 1976

En éste último punto jugaría un papel fundamental su apuesta por el aerógrafo como útil a la hora de pintar, pues el mismo le permitía lograr unos acabados en los cuales la artificialidad de las máquinas y la oscuridad macabra que buscaba adquirían un turbador realismo. Y sería, precisamente, a raiz de su apuesta por esta técnica, que toda la imageniería relacionada con el ciberpunk, las agujas perforando la carne, las máquinas fálicas y todo lo relacionado con la obra gótica de H.P. Lovecraft adquiriría el impacto artístico que le llevaría a acabar recibiendo encargos de gente de la talla de Ridley Scott.

Procreación y muerte: dos caras de una misma moneda

Probablemente a raíz de la timidez del infante Giger, su interés por la soledad supuso cierto obstáculo para las relaciones interpersonales, al inicio en cuanto a amistad y posteriormente frente al sexo opuesto. Esta dificultad llevó al artista a crecer ensimismado, con la mente puesta en la obra de artistas y escritores góticos y con la imaginación llevándole a escenarios donde oscuridad y ciertas perversiones eran la norma.

Giger1 “Atomic Children (Niños atómicos)”. 1967–68

Así sería como, de forma paulatina, la conducta sexual de Giger tendría un despertar un tanto convulso y, obviamente, esa convulsión tendría un importante impacto no ya solo en su obra juvenil, sino también en la adulta. Temores freudianos quedarían, en apariencia, ocultos bajo una actitud directa y macabra que derivaba en intentos de flirteo con el sexo femenino en base a regalos de material siniestro o algunos juegos explícitos.

El primer beso, dado a los 14 años, provocaría que el sexo desplazase, temporalmente, a los trenes y construcciones como obsesiones principales, lo cual, evidentemente, tendría un impacto colosal en las producciones del Giger adolescente, todo ello acrecentado tras que, a los 21 años, perdiese la virginidad.

Lo macabro y siniestro, como es de esperar, no solamente tendría presencia en la conducta sexual de nuestro protagonista, sino que conforme el sexo ganaba espacio en su mente, germinaba un creciente interés, de forma proporcional, por la muerte y todo lo que ello conllevaba, lo cual provocaría que ambas situaciones, enfrentadas en lo biológico, tuviesen un punto de encuentro en su obra. Una calavera caería en sus manos (gracias al trabajo de su padre), y desde entonces los huesos se convertirían en uno de los ejes de su obra gracias a lo que ejemplificaban, tanto porque la muerte los ponía al descubierto como porque la sexualidad se encargaba de crearlos.

Huesos alargados como instrumentos con formas fálicas le llevarían a adorar la historia de personajes como Vlad el Empalador, desmembramientos en los que los huesos se quebraban y quedaban al descubierto también se instituirían en un ente recurrente, en una constante que pasaría a convivir con la biomecánica, los trenes o las armas, llegando a compartir espacio todos ellos en algunas de sus obras, en forma de trenes con forma de falo recubiertos de metal y huesos, cuerpos aparentemente femeninos con cabezas con forma fálica y costillas fuertemente marcadas, humanoides víctimas de deformidades y amputaciones pero con órganos sexuales completos…

Giger4 H.R.Giger Bar Foto © Annie Bertram

Increíblemente diversificada sería la obra de H. G. Giger ya que increiblemente diversificadas fueron sus obsesiones, todas provinientes de una infancia, a pesar de todo, mucho más normal de lo que dan a entender algunos de los datos expuestos. Algunos mantuvimos determinados pensamientos en nuestra mente, Giger supo canalizarlos y crear un mundo personal y oscuro que ha acabado convirtiéndolo en un artista único e infravalorado.

Excéntrico en lo personal y en lo artístico, H. G. Giger es simplemente uno de nosotros, un niño con obsesiones de adulto y un adulto que mantiene obsesiones de cuando era niño. Así son los grandes artistas, aquellos que, a pesar de crecer, siguen manteniendo vivo al niño que una vez fueron. Por muy escabroso que fuese entonces.

Fuente: Tesis doctoral, ARENAS ORIENT, Carlos: El mundo de H.G. Giger. Universidad de Valencia (Facultad de Geografía e Historia), 2005.

Imágenes | El Hurgador de Arte


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Batman66 de Mike Allred

¡Santos descuentos, Batman! DC Cómics celebra este sábado 26 de septiembre el Batman Day a nivel global. Como el resto de los mortales no somos tan millonarios como Bruce Wayne la editorial nos lo pone fácil para hacerse con lo que todo batmanófilo necesita.

También en España. Para los que les guste el formato físico, ECC ha organizado actividades y firmas en varias librerías de cómics. Pero para los forofos de lo digital, también hemos rastreado lo necesario para montar vuestra propia Batcueva.

Rebajas de Batman:

DC Comics y Comixology presentan un descuento del 80% en números sueltos de todas las series de la familia Batman. En unos 1.000 cómics. ¿Sale rentable? ¡Y tanto! Nosotros nos tiraríamos a ciegas a por

  • All-Star Batman y Robin: Frank Miller, el tipo de 300, también es el responsable de los mejores tebeos de Batman: Año Uno (Batman Begins se inspiraba aquí), El Retorno del Caballero Oscuro (la última historia de un Batman setentón), DK2 (con el Batman setentón partiéndole los dientes a Superman)... Y el alucinante All Star Batman and Robin. Un locurón en el que Batman imita a Clint Eastwood, se comporta como Jason Statham borracho, se enrolla con superheroínas tras una pelea en mitad de un puerto y secuestra a un niño de 12 años para que sea su compañero contra el crimen. Era tan desmesurado que nunca llegó a terminarlo. Con la oferta, te llevas los 10 números por 8,90 euros.

  • Batgirl 35-40. Batgirl ha pasado de ser una secundaria torturada a una refrescante protagonista en un cómic apto para todo el universo observable. Que pone el foco sobre las redes sociales y la fama virtual: ¿cómo es ser una Chica Murciélago con Twitter y Tumblr? ¿Y con Tinder?. Los seis números de esta joyita de Cameron Stewart, Mark Fletcher y Babs Tarr se venden por 5,34 euros (el tomo que los recopila está a 10,99 euros).

  • Grayson. Dick Grayson, el primer Robin, se hizo mayor. Fue a la universidad, montó una pandilla, voló en solitario, incluso sustituyó a su "padre" una temporada. Ahora, se dedica al espionaje internacional en un tebeo más cercano a James Bond, Jason Bourne y Ethan Hunt que al vestirse de Drácula para pegar a esquizofrénicos de su mentor. ¿Bailes en el Museo del Prado? Los tiene. ¿Gadgets imposibles más molones que los del pocho Daniel Craig? También. Y sin canciones de Sam Smith que den la turra. Los ocho primeros episodios: 7,12 euros.

  • No todo son cómics: los muñequitos Pop Heroes de Funko nos traen de cabeza. En concreto, este Batman con el traje clásico cuesta 14,59 euros. También tienen un Joker basado en el de César Romero para la serie de televisión de los 60 que nos vuelve locos. A 10,99 euros.

  • Batman '66: Serie imprescindible que hemos tardado décadas en tener editada decentemente por problemas de derechos entre ABC y Warner. Todos los POW!, BLAM! y las onomatopeyas pop de los locos-locos años 60 están recopiladas en 13 Blu-Rays por 59 euros con 120 episodios.

  • A los fans del Batman más taquillero y realista, el de Christopher Nolan, les alegrará saber que sus tres películas están tiradas de precio en Blu-Ray: 13,48 euros.

  • Warner también ha aprovechado el Batman Day para poner de oferta el último juego del Caballero Oscuro en PS4: Arkham Knight. Se trata de una edición a 74,99 euros que ofrece el juego y un pase de temporada que garantiza unos cuantos meses de contenido extra descargable, como jugar con Harley Quinn o con Batgirl, entre otras sorpresas.

14 películas que se estrellaron (y merecen una segunda oportunidad)

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Johncarter

El estreno de la película Pan, de Joe Wright, ha sido el mayor castañazo en lo que llevamos de año. Y apunta a uno de los más sonados de los últimos años (The Hollywood Report lo cifra en cerca de 130 millones de euros), aunque este año tenía buenos compañeros, con la fallida Los Cuatro Fantásticos a la cabeza. Pero, ¿tan malas son las películas que se estrellan?

Tenemos nuestras dudas de que todos los fiascos se merezcan la suerte que han corrido, así que hemos revisado el cucurucho de castañas del cine de los últimos años en busca de aquellas que merecen un segundo visionado. O un primero, considerando que la mayor parte del mundo ni se molestó en verlas.

John Carter (2012)

El futuro príncipe de Marte lo tenía casi todo para triunfar a lo grande y abrir una saga épica: un personaje del que beben todos los héroes de acción del último siglo; el secundario-peluche más chachi imaginable (¡el woola!);

Woola Que el Woola (a la izquierda) no generase un gritón de dólares en muñequitos es incomprensible.

aventuras a medio camino entre la ciencia-ficción y la fantasía heroica en un Marte lleno de bestias y princesas; y gladiadores y malos malísimos; el director de Wall-E. ¡Iba a ser el próximo Avatar! ¡Como El Hobbit pero sin dormir a la gente! Sólo que no, no lo fue: Disney perdió unos 200 millones de dólares con esta superproducción que no recuerda nadie. Ni siquiera para mal.

¿Qué salió mal? El presupuesto era loquísimo: sólo en promoción se le calculan 350 millones de dólares y unos 100 millones menos para rodarla. Tendría que haber sido una de las pelis más taquilleras de todos los tiempos sólo para no perder dinero. Algo difícil cuando

a) nadie conoce a tu personaje protagonista
b) nadie conoce a tu actor protagonista
c) nadie sabe de qué va tu película
d) te estrenas en marzo (¡porque es el mes de Marte! ¡Claro!)

¿Por qué verla? Pese a un prólogo un tanto confuso de casi media hora de vaqueros y escritores pesados, John Carter es cine de aventuras en estado puro. Y el talento de Stanton para capturar las enrevesadas tramas marcianas del pulp original de Rice Burroughs es notable. John Carter es un tótem en el que se reflejan desde John McLane hasta Indiana Jones y, sí, Avatar. El propio Cameron reconocía que su máquina de hacer millones de dólares en 3D estaba inspirada directamente "en John Carter de Marte". No vamos a decir que es la mejor peli de todos los tiempos, pero si sobrevives a su primera media hora no te arrepentirás. Y, al menos puedes darte el gusto de ver la peli que más daño ha hecho a Disney hasta...

El Llanero Solitario (2013)

Johnny Depp haciendo el indio más Gore Verbinski = gif animado de billetes. Estamos hablando de 2013, una época en la que Johnny Depp podría haberse vestido de ET en la escena en la que el extraterrestre se disfraza de gitana y haber petado la taquilla. Demonios, si El Llanero Solitario se hubiese llamado Piratas del Caribe: Hacemos un Western, habría funcionado. Pero, un año después de John Carter, la apuesta por resucitar a otro héroe del primer tercio del siglo XX le supuso a Disney perder entre 160 a 190 millones de dólares.

¿Qué salió mal? Problemas de producción, que hicieron que la peli se fuese unos años de fecha, los implicados tuviesen que rebajarse el sueldo y constantes cambios de calendario y dinero que no hicieron bien a nadie. Mucho menos a la película, que no debutó tan mal (sí por debajo de lo esperado), pero a la que los medios tildaron como fracaso desde el primer día. Eso, y que no ha habido western con intenciones de superproducción que haya funcionado a este lado de los videojuegos y Red Dead Redemption. Ah, y que Armie Hammer, que es el protagonista nominal, sólo le sonaba a la gente como los gemelos bordes de La Red Social.

¿Por qué verla? Pues porque mola bastante más de lo que parece: tiene ritmo, un sentido del humor intermitente y, si consigues olvidarte de la subtrama de un Depp que parece un cruce entre Spock y el Shaggy de Scooby Doo, se revela como una peli resultona. Con especial atención a un clímax con trenes de verdad de por medio que es el heredero directo de la secuencia de la autopista de Matrix Reloaded.

No pongas esa cara, esa secuencia era brutal.

Speed Racer (2008)

Para muchos, el declive de los Wachowski empezó con esta adaptación al cine de imagen real de Meteoro, el primer anime emitido en España (en 1971). Empezamos bien. Pero Speed Racer estaba llena de ideas visuales de alto nivel, que iban más allá de Matrix: a una traducción literal de los recursos del anime añadía parte del lenguaje del videojuego de forma muy inteligente -los "corredores fantasma"-. Como película infantil, es revolucionaria. Y tiene un mono.

¿Qué salió mal? Por un lado quería ser una película infantil, pero nadie se molestó en decírselo a los padres, que son los que pagan las entradas de los niños. En su lugar, el marketing la vendió como la nueva joya de acción de los creadores de la violenta y oscura Matrix. Y no era eso. Los que todavía no se habían cortado las venas con el final de Matrix Revolutions -el primer "capítulo final de Lost" de una generación- huyeron espantados de tanta hiperkinestesia pop de colores ultrasaturados. Que también debió dejar zumbados a los niños con su "sobrecarga sensorial". Warner perdió unos 115 millones de dólares con el asunto.

Speed Racer Uno de los sencillos decorados de Speed Racer.

¿Por qué verla? Es mitad rave salvaje, mitad alucinación lisérgica. Si consigues aceptar que la trama es para niños y que los personajes tienen el grosor de un folio, es como un parque de atracciones velocista gigante. Las carreras son como una lata de Red Bull ultraconcentrado que los Wachowski te arrojan a la cara. Sin abrir, pero eh. Está a medio camino entre Crank y Rompe Ralph. Y tiene un mono.

El Planeta del Tesoro (2002)

Ron Clements y John Musker son los últimos héroes de la animación tradicional de Disney. Fueron responsables de revivir el género con La Sirenita, y demostraron un talento impecable para la aventura, el humor y la acción con Aladdin y Hércules. El Planeta del Tesoro, una adaptación espacial de la historia de piratas de La Isla del Tesoro, fue el experimento con el que abrieron el siglo XXI.

En el que se daban la mano la animación de toda la vida y los gráficos por ordenador. John Silver el Largo como viejo cíborg. Surfear en el espacio. Piratas. Sólo una canción durante la peli (cantada en España por, glups, Álex Ubago). Y aún así perdió unos 70 millones de dólares, un trompazo descomunal que marcó el declive de la división animada tradicional y el auge de Pixar.

¿Qué salió mal? Llegó demasiado tarde, en todos los aspectos. El Planeta del Tesoro llevaba casi dos décadas dando vueltas por el estudio y Disney siempre tenía ocupados a Clements y Musker en otras películas. Para empeorar las cosas, se topó de bruces con otra franquicia literaria, la imbatible Harry Potter. La Cámara de los Secretos se había estrenado unas semanas antes y no dejó opciones a una peli basada en una novela que los niños no habían leído y los padres no identificaban con el filme espacial.

¿Por qué verla? No es la mejor versión de La Isla del Tesoro. Los aspectos más retorcidos y oscuros de la novela se disneyficaron lo bastante para quitarle garra. Pero, a pesar de las concesiones, la aventura está más o menos intacta. Y el apartado visual es espectacular, basado en una norma inventada para la ocasión: el 70% del diseño sería tradicional y el otro 30% de ciencia-ficción.

Blade Runnner (1982)

Bladerunner

"Película de culto", antes de Internet, significaba que la habían visto cuatro gatos o que la habían redescubierto a través de la tele y el videoclub. Y Blade Runner es más o menos eso: una primera versión que duró muy poco en los cines (cinco semanas) y cuyo montaje no tenía nada que ver con la visión de Ridley Scott. El resultado fue una película que recaudó en Estados Unidos ocho millones menos de lo que costó. Y la prueba definitiva de que los pinchazos en taquilla no siempre están reñidos con la calidad del filme.

¿Qué salió mal? Un final feliz metido con calzador, un montaje en el que Harrison Ford narra lo que le dicen, una crítica que no se enteró muy bien de qué le estaban contando y, sobre todo, estrenarse en mitad de un póker de titanes de ciencia-ficción: E.T., La Cosa de John Carpenter (que también sufrió por la presencia del extraterrestre de Spielberg en cartelera) y Star Trek II. Blade Runner debutó en un meritorio segundo puesto de taquilla, pero se hundió a la semana siguiente. Afortunadamente, el paso al mercado doméstico hizo que la película creciese a través de sus nuevos montajes (ya lleva siete) y que se haya reestrenado un par de veces en cine con mejor suerte.

¿Por qué verla? Es Blade Runner, un peliculón que demostró -incluso en su peor versión, la de aquel primer estreno- que la ciencia-ficción es una ambientación digna. Tan buena como cualquier otra para hablar de la condición humana, contar una historia de detectives perdedores y generar frases más inmortales que los Nexus 6 que las pronuncian. La visión de Scott sigue siendo la idea insuperada de El Futuro Chungo, y fue el punto de partida del cyberpunk.

Ali (2001)

Will Smith aprovechó su condición como megaestrella para hacerse con este biopic de Cassius Clay/Muhammad Ali/The Greatest. Bajo las órdenes de un director tan indispensable como habitualmente ninguneado, Michael Mann. Un combo épico, que narra la vida de Ali hasta la pelea más famosa de la historia del boxeo, contra George Foreman en Kinshasha.

¿Qué salió mal? Ni idea. Columbia mimó bien la película, Will Smith había tropezado el año anterior con La Leyenda de Bagger Vance, pero todavía le quedaban años para tirar su carrera por la borda, la propia peli está bastante bien... Quizás el único problema fuese que se estrenó el mismo mes que Ocean's Eleven y, sobre todo, que la primera parte de El Señor de los Anillos, que eclipsó todo lo demás en las navidades de 2001.Sea como sea, las pérdidas de Ali se cifraron en unos 63 millones de dólares.

¿Por qué verla? Quizás fuese el guión, en el que Ali pasa de ser un tarado divertido, entrañable y carismático a un héroe intocable regido por la Ley del Biopic: si el personaje es más grande que la vida, la persona que hay detrás por fuerza ha de serlo. Y no, no es así. Michael Mann hace un trabajo estupendo, Will Smith se llevó dos merecidas nominaciones a los Oscar y los Globos de Oro... Pero. Le falta algo. Sobre todo si se compara con los magníficos documentales y toda la literatura que hay sobre el Ali-Foreman.

K-19, The Widowmaker (2002)

El mayor castañazo que se haya pegado una peli indie. ¿Cómo, una peli indie con 100 millones de presupuesto, Harrison Ford, intenciones de taquillazo y dirigida por la todavía semidesconocida Kathryn Bigelow? Sí, porque la producción corrió a cuenta de National Geographic y en Hollywood sólo se encargaron de la distribución. ¿Que por qué National Geographic querría producir una peli de submarinos nucleares soviéticos? Pues ni idea, pero se entiende mejor que perdiesen unos 70 millones de dólares.

¿Qué salió mal? Imagínate el remake de La Caza del Octubre Rojo sin Sean Connery, más claustrofóbica, basada levemente en hechos reales bastante trágicos, y llena de falsos finales. ¿Te imaginas a las familias acudiendo al cine de verano en masa?

¿Por qué verla? A pesar de un guión más tramposo que la casa de un ninja, K-19 es una estupenda peli de submarinos, en la que dos oficiales -Harrison Ford y Liam Neeson- se llevan a matar en mitad de una olla a presión cargada de testosterona... Y de radioactividad, cuando las cosas salen mal. Es casi una obra de teatro de machos alfa a lo Tennessee Williams, pero con submarinos nucleares soviéticos en vez de altivas damas sureñas.

Tomorrowland (2015)

Tomorrowland

Hay directores que, cuando se fostian, nos duele un poco. Es el caso de Brad Bird (Los Simpsons, El Gigante de Hierro, Los Increíbles, Ratatouille, Misión Imposible 4...) que, con Tomorrowland, quiso edificar una película construida íntegramente de esperanza por el mañana y sentido de la maravilla...

¿Qué salió mal? ...Y que deja exactamente la sensación contraria al salir del cine: el mundo se va a la porra. Mal asunto para una superproducción para familias. No ayudó mucho que un presupuesto de 330 millones entre producción y marketing estuviese al servicio de una atracción de parque temático (ey, Piratas del Caribe hizo lo mismo. Aunque plagiando a Monkey Island, también), sin apenas historia. Bueno, es que toda la peli es un parque de atracciones gigante. Va un poco de eso. También es cierto que Brad Bird va demasiado con el piloto automático puesto, alejado de lo que hizo grandes a sus otras películas en casi todos los sentidos.

¿Por qué verla? Porque es entretenida y, a ratos, cumple con esa intención inicial. Pese a ser un producto antes que una obra de arte cumple con creces durante buena parte de su metraje y, ocasionalmente, manda un mensaje muy bonito: qué la ficción y la imaginación nos son necesarias. Los 130 millones de dólares que ha perdido, ya tal.

Grindhouse (2007)

Death Proof

Ok, esto estaba condenado al fracaso de antemano, y sus directores más o menos lo sospechaban. Robert Rodríguez se quedó a vivir directamente en todo lo relacionado con su película y sus tráileres falsos -gracias a lo cual tenemos obras maestras del dislate como Machete- y Tarantino reconoció hace poco que estaba orgulloso de haberse dado la única castaña comercial de su carrera (lo que quiere decir que ve con mejores ojos la taquilla de Jackie Brown de lo que realmente fue). Normal, porque Death Proof está día sí/día no en nuestro top 3 de pelis de Tarantino.

¿Qué salió mal? El público yanqui, que fue el único que tuvo más o menos la oportunidad de ver Grindhouse como un todo, no reaccionó muy bien a la idea de meterse tres horas en un cine a ver una de ametrallar a zombis con una pierna ortopédica y otra de cocheas asesinos contra tías duras. No cubrió ni la mitad del presupuesto (25 millones de un total de 67 millones, promoción aparte) y la estrategia de los Weinstein de sacar ambas pelis por separado en la taquilla internacional al menos les permitió salvar un poco la cara.

¿Por qué verla? Grindhouse, con sus cortes, sus "fallos", sus anuncios de pelis falsas, prometía devolver a los espectadores la magia cutre de las sesiones dobles de serie B de los 70. Planet Terror es un disparate palomitero maravilloso. Y Death Proof una obra maestra sin concesiones, que engañó al espectador despistado tanto como lo hizo hace poco Mad Max: Fury Road.

Otras películas

Miedoyasco

Tenemos que dejar fuera un buen puñado de películas que, aunque fracasaron, no lo hicieron con estrépito. Como Miedo y Asco en Las Vegas, cuya distribución tuvo en gran parte la culpa de que no recuperase el presupuesto. Aparte, Terry Gilliam y Hunter S. Thompson no son un plato para todos los públicos, pero aún así es nuestra peli favorita de Johnny Depp con la medicación equivocada.

O de pelis que no nos atrevemos a recomendar: El Destino de Jupiter (casi 90 millones en pérdidas) también es una de las grandes castañas de 2015, y demuestra que los Wachowski hace tiempo que viven en otro plano. Uno en el que el público no se entera de nada de lo que quieren contar, pero que visualmente es abrumadora. Es como un juguete a pilas: mola mucho cuando eres un niño porque hace ruido y tiene luces, pero no sirve para nada más.

Cowboysaliens

Cowboys & Aliens (unos 75 millones de dólares por el retrete) es una de esas cosas demenciales que nos encantan: John Favreau y sus actores Harrison Ford y Daniel Craig consiguen lo imposible: que una peli que apunta a Chorrada Máxima desde el título se tome a sí misma en serio. Entendemos por qué nadie en su sano juicio querría pagar por verla pero, si se acepta la premisa, el resultado es cualquier cosa menos decepcionante.

Y luego están las insalvables en parte. No podemos recomendar a nadie Alejandro Magno (70 millones), que es una peli producida como si todo el mundo llevase cuatro días de after en 2004 (menos Colin Farrell, que debió seguir de fiesta hasta el día de estreno). O la película que se comió a la productora Carolco: La Isla de las Cabezas Cortadas (más de 100 millones de agujero. De los de 1995). Que es una peli de piratas más divertida de lo que parece -no es decir mucho-, pero que se llevó un trompazo como un puño de dios en la cara.

Todas las canciones de las pelis de James Bond ordenadas de peor a mejor (y alguna sorpresa más)

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Roger Moore James Bond Bw

Vuelve el hombre, el mito, la leyenda. No, no hablo de Bertín Osborne (que podría) ni de David Hasselhoff (que también). No, me refiero a Bond, James Bond, el agente 007 al servicio secreto de su majestad con licencia para matar (a los malos) y encamar (a las señoras). Con 'Spectre', su aventura oficial número 24, vuelve el adalid de la masculinidad, el modo de vida occidental y los combinados mezclados, no agitados y en Magnet, que somos muy fans, estamos que lloramos de alegría que ríete tu de aquellas fans de Take That o de unas believers cualquiera. Y para celebrarlo no se nos ha ocurrido nada mejor que listar todas las canciones principales de la saga en orden descendente (ergo, de peor a mejor) y acompañarlas de diversas curiosidades y sorpresas. Tarea titánica que sólo los elegidos estamos capacitados para llevar a cabo. ¡Adelante pues!

Pero primero, el gunbarrel

Para realizar este ranking hemos tenido en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Canciones principales con música y letra
  • Canciones de películas oficiales
  • No importa si suenan en los títulos de crédito o no

Esto hace que se nos queden buenas canciones en el tintero y nos da rabia. Por lo tanto al final hemos decidido meterlas en esta previa, en este calentamiento. Hablamos de:

James Bond Theme

Película: 'Agente 007 contra el Dr. No'
Autor: Monty Norman
Interprete: John Barry Orchestra

La primera película de 007 no tenía canción pero sí una de las tonadillas más famosas de la historia del cine, que luego se ha utilizado en mayor o menor medida en casi todas las películas oficiales posteriores del agente secreto. A pesar de que mucha gente piensa que es obra de John Barry, él célebre compositor tan sólo arreglo e interpretó la partitura de Monty Newman, compositor de esta primera aventura bondiana.

Curiosidad: de entre las numerosas versiones que se han hecho del tema a lo largo del tiempo, destacar la de Moby al estilo Moby para 'El mañana nunca muere'.

The Look of Love

Película: 'Casino Royale' (1967)
Autor: Bart Bacharach
Interprete: Dusty Springfield

Para la sátira alucinógena que fue la primera y apócrifa versión de 'Casino Royale', el gran Burt Bacharach (junto a Herb Alpert & the Tijuana Brass, autores del tema de los títulos de crédito) se marcó una banda sonora tremenda coronada por este temazo interpretado con la habitual destreza por Dusty Springfield, que incluso consiguió una más que merecida nominación a la mejor canción en los Oscars de 1968.

Never Say Never

Película: 'Nunca digas nunca jamás'
Autor: Michel Legrand
Interprete: Leni Hall

1983 fue el año de la "Guerra Bond". La oficial 'Octopussy' frente a esta 'Nunca digas nunca jamás' que significaba la vuelta de Sean Connery al personaje y a los mandos de Irwin Keshner, que venía directo de petarlo con 'Star Wars V: El imperio contraataca'. La peli muy bien, el tema principal no tanto. De hecho iba a cantarlo Bonnie Tyler pero salió escopeteada al escucharlo. La sustituyo la chillona Leni Hall que, eso, chilló mucho e hizo muchos gorgoritos. Olvidable.

[Nota] ¿Gun qué? Gunbarrel es la famosa escena con la que empieza (casi) cada peli de 007 donde vemos disparar a Bond haciendo escorzo dentro de un círculo que se va cubrien... mejor lo ves, ¿no?

Ahora sí, la lista

23. You Know my Name

Película: 'Casino Royale' (2006)
Autor: David Arnold, Chris Cornell
Interprete: Chris Cornell

Después de que en la era Brosnan predominaran las voces de mujer, la llegada de Daniel Craig (rubio, bajito, cara de aficionado del Sheffield Wednesday... si hubiera existido Twitter entonces, hubiera ardido) vino acompañada de voz masculina y rockera, la del grungero Chris Cornell. Fue un fail en toda regla: tema anodino, con una orquestación artificial a más no poder, olvidable... a pesar de que acompañado de los títulos de crédito (muy buenos) gana algo. Por suerte la peli estuvo mucho mejor, resucitó la saga y entró directamente en el Top 5 de la misma.

22. From Russia with Love

Película: 'Desde Rusia con amor'
Autor: John Barry
Interprete: Matt Monro

Con su vozarrón de barítono a lo Frank Sinatra, el crooner inglés Matt Monro aburrió hasta las ovejas con este melodramático tema, que ni siquiera aparecía en los erótico-festivos créditos sino a mitad de la peli, para la segunda aventura bondiana. La banda sonora de John Barry (que después de interpretar el tema principal de 'Dr. No' se consagró como músico principal de la saga) está bastante bien pero esta canción pega más en una de Doris Day y Rock Hudson más que en un Bond, aunque fuera un Bond todavía primigenio.

Curiosidad: en esta 'Desde Rusia con amor' debuta otro de los temas instrumentales más célebres de la saga, el '007 Theme' de John Barry... sí, ese que se parece tanto al tema principal de 'Los Siete Magníficos'.

21. You Only Live Twice

Película: 'Sólo se vive dos veces'
Autor: John Barry y Leslie Bricusse
Interprete: Nancy Sinatra

Otra gran banda sonora de John Barry (ha sido sampleada en multitud de ocasiones) para título mítico con Sean Connery que se ve lastrada por un tema central perezoso, que va decayendo a lo largo de unos títulos de crédito largos como un día sin Netflix. Quizás otro gallo hubiera cantado si en vez de la languidez de la hijísima Nancy Sinatra, hubiéramos tenido el poderío de Aretha Franklin, como era el deseo de John Barry (truncado por los productores vete tú a saber por qué), otro gallo hubiera cantado.

Curiosidad: uno de los más acertados sampleos del leitmotiv de 'You only Live Twice' es sin duda el de esa oposición a Bond que hizo Robbie Williams a principios de siglo con 'Millenium'. Melocotonazo.

Otra curiosidad: no, Bjork no da mucho el perfil para tonadillera bondiana.

20. Tomorrow Never Dies

Película: 'El mañana nunca muere'
Autor: Mitchell Froom y Sheryl Crow
Interprete: Sheryl Crow

La mezcla de sintonía clásica bondiana y rockera mainstream noventera no podía salir bien y no lo hizo. La canción no es que sea mala pero es insípida y tiene un extrañísimo piano como de cantina de peli del oeste que queda muy raro... pero sobre todo es que venció a otras dos candidatas muy superiores: una escrita por David Arnold (compositor de la BSO y sucesor como gran músico de la saga de John Barry) y ejecutada por K.D. Lang que luego se retítuló 'Surrender' y suena al final de la cinta; la otra de los titanes Pulp, que finalmente sacaron como cara b bajo el nombre de 'Tomorrow Never Lies'. Hubiera molado tener a los de Jarvis Cocker poniendo música a una de 007, ¿qué no?

Curiosidad: dice la leyenda urbana, poco confiable, que la autoría real del tema de la Crow es de Elton John. No deja de ser llamativo que Sir Elton nunca haya participado en la música de la saga.

19. All Time High

Película: 'Octopussy'
Autor: Tim Rice
Interprete: Rita Coolidge

El año de la gran "Guerra Bond" ya mencionada anteriormente, Eon recurrió a Rita Coolidge, una popular cantante country (sí, country), para el tema central de 'Octopussy', vehículo para el lucimiento de un ya poco menos que decrépito Roger Moore, Obviamente la cosa no salió muy bien y este 'All Time High' es muy posiblemente el tema menos Bond de los temas Bond. Aburrido e insustancial... y eso que estaba compuesto por un clásico como Tim Rice.

18. Writing's On The Wall

Película: 'Spectre'
Autor: Sam Smith y Jimmy Napes
Interprete: Sam Smith

El chico de moda para musicar y promocionar 'Spectre'. Smith sigue la senda del 'Skyfall' de Adele (e incluso de la muy bondiana 'Rise Like a Phoenix' de Conchita Wurst) pero se pasa varios pueblos en melodrama y en falsete. A pesar de ser bastante fail (y haber sido recibida con muchas críticas), esta 'Writing's On The Wall' es la primera canción de la saga en alcanzar el número uno en las listas británicas... sí, ni siquiera Adele lo había conseguido (se quedó en el nº 2). Exitazo, por lo tanto, que habla a las claras de la expectación por este Bond 24 y de la repercusión actual de Sam Smith en la Pérfida Albión.

17. Thunderball

Película: 'Operación Trueno'
Autor: John Barry y Don Black
Interprete: Tom Jones

Aquí somos muy del Tigre de Gales, de hecho se nos hace pepsicola el culo con su vozarrón, culmen de la masculinidad. Sin embargo hay que reconocer que aquí no tiene un material para nada memorable y se limita a cumplir. De hecho, Tom Jones llegó de rebote a poner vez al cuarto Bond después de un lío de demandas entre Shirley Bassey y los productores que hicieron que el tema original, 'Mr. Kiss Kiss Bang Bang' (mejor definición de 007 ever), quedara en el olvido.

Curiosidad: antes de fichar a Jones fue tanteado ni más ni menos que Johnny Cash. El 'Thunderball' del Hombre de Negro es directamente inenarrable:

16. The Living Daylights

Película: 'Alta tensión'
Autor: John Barry y Paul Waaktar
Interprete: A-Ha

El sobrio y minusvalorado Timothy Dalton se estrenaba con un tema interpretado por los noruegos A-Ha, muy populares en aquella época (1987), y escrito a pachas junto a un John Barry a punto de jubilarse. No está en lo mejor ni de uno ni de otros pero tampoco está mal, pasable... pero mejor el tema de The Pretenders que suena en los créditos finales, 'If There Was a Man' (también escrito por Barry), donde va a parar.

15. Moonraker

Película: 'Moonraker'
Autor: John Barry y Hal David
Interprete: Shirley Bassey

La tercera (y última) aparición de la gran Shirley Bassey en los títulos de crédito de la saga Bond no es precisamente la más inspirada pero ella defiende el tema, flojito, como si un defensa del Athletic de Clemente se tratara... Javier Clemente, alguien que hoy suena tan marciano que ganara títulos como la trama de 'Moonraker', que ya es decir.

14. Die Another Day

Película: 'Muere otro día'
Autor: David Arnold y Madonna
Interprete: Madonna

Vilipendiada prácticamente por unanimidad, aquí la colocamos por delante de Shirley Bassey (¡chúpate esa Sigmund Freud!). Y es que 'Die Another Day', a pesar de no ser muy académica y al abuso brutal de vocoder y sintetizador de voz de la ambición rubia, es un tema muy potable que refleja muy la atmósfera e intenciones de una película, por otro lado, muy infravalorada (¡Rosamund Pike! ¡Coches invisibles! ¡Hoteles helados!)

Curiosidad: Madonna es la única interprete de temas Bond que aparece en la correspondiente película. Aquí hace de profesora de esgrima chunga que riete tú del profesor del bigote que te daba reglazos en 4º de EGB.

13. Diamonds are Forever

Película: 'Diamantes para la eternidad'
Autor: John Barry y Don Black
Interprete: Shirley Bassey

La vuelta de Sean Connery a la saga después del coitus interruptus de Lazenby y también la vuelta de Shirley Bassey después de hacer las paces con los productores. Y ojo, entramos ya de lleno en la zona de los temazos, que este 'Diamonds are Forever' está lleno de groovy, sensualidad y, aunque parezca imposible dentro de esta saga, emponderamiento femenino.

Curiosidad: si, joven millenial, esta es la canción que samplea Kanye West en 'Diamonds from Sierra Leona'.

12. We Have All The Time in The World

Película: '007 al servicio secreto de su Majestad'
Autor: John Barry y Hal David
Interprete: Louis Armstrong

No suena durante los títulos de crédito iniciales sino al final pero es un temazo del duo Barry - David al que el legendario trompetista Louis Armstrong le da un toque muy especial con su sentimiento y su característica voz. Mejor quedémonos con esta canción y con Telly Savalas de esta película porque si nos quedamos con la química entre George Lazenby y Diana Rigg (La Reina de las Espinas en 'Juego de Tronos'), vamos apañados.

Por cierto, los títulos de crédito:

O mejor aún: la versión de los Propellerheads. Canela en rama.

11. The Man With The Golden Gun

Película: 'El hombre de la pistola de oro'
Autor: John Barry y Don Black
Interprete: Lulu

Los clásicos Barry y Black se vuelven a encargar de otra canción más para la saga, esta vez trepidante y con un trasfondo fálico nada disimulado ("He has a powerful weapon" oh, sí, nena), para el lucimiento de Lulu y sus gorgoritos. Se te pega al cerebro y quieres cantarla a duo con Christopher Lee... y lo sabes.

Curiosidad: el primer elegido para el menester musical de 'El hombre de la pistola de oro' fue ni más ni menos que Alice Cooper. Cuando en Eon escucharon el resultado, cuenta la leyenda, casi les de un patatus.

10. For Your Eyes Only

Película: 'Sólo para tus ojos'
Autor: Bill Conti
Interprete: Sheena Easton

El compositor de 'Rocky' (Bill Conti) y la novia de Sonny en 'Corrupción en Miami' (Sheena Easton) se unen para que el agente 007 entre en los 80 con una power-ballad potita potita, de las de mucho sentimiento. Imposible no ponerse a berrear el gran estribillo de un tema que es uno de los de más éxito comercial de la saga, con un nada desdeñable nº4 en el Billboard americano.

Curiosidad: los productores querían a Debbie Harry y sus chicos, Blondie, para los títulos de crédito pero su acercamiento al mito no terminó de convencer aunque ellos quedaron satisfechos y sacaron la canción en un disco posterior.

9. Another way to die

Película: 'Quantum of Solace'
Autor: Jack White
Interprete: Jack White y Alicia Keys

Tras muchas especulaciones sobre si sería Amy Winehouse la encargada de poner sintonía a 'Quantum of Solace', finalmente el encargó recayó Jack White y Alicia Keys. El rock y la guitarra sucia de él y el r&b y el piano de ella. Sorprendentemente todo empasta bastante bien y consigue reproducir de manera lo suficientemente fidedigna el espíritu del Bond ambiguo, físico y de nuestro tiempo de Daniel Craig. Con los años, la entradilla instrumental del tema se ha convertido en muy socorrida para todo tipo de anuncios y promociones televisivas.

Curiosidad: primer (y de momento único) duo en la historia de las canciones 007.

8. License to kill

Película: 'Licencia para matar'
Autor: Narada Michael Walden, Jeffrey Cohen y Walter Afanasieff
Interprete: Gladys Knight

Clasiquísimo tema Bond para despedir los 80, la época más convulsa del personaje. Una power-ballad con una orquestación espectacular y la leyenda la Motown Gladys Knight dándolo todo en los vocales. Legendaria.

7. The World Is Not Enough

Película: 'El mundo nunca es suficiente'
Autor: Don Black y David Arnold
Interprete: Garbage

Los habituales Arnold y Black se marcan un tema entre clásico y post-moderno al servicio de la especial voz de Shirley Manson y los sonidos duros, sucios pero a la vez elegantes de Garbage. La letra cuenta la película desde el punto de vista de Elektra King (los nombres en 'El mundo nunca es suficiente' son tan demenciales como geniales) y todo el conjunto queda muy Bond y muy disfrutable.

El videoclip, que ganó un Grammy, también estaba muy bien, por cierto:

6. Nobody Does It Better

Película: 'La espía que me amó'
Autor: Marvin Hamlisch y Carole Bayer Sager
Interprete: Carly Simon

Baladón para uno de los mejores títulos de crédito de toda la saga, que se inician con un Roger Moore (bueno, con un doble de Roger Moore, que el gentleman debía de tener 200 años ya en esta peli) cayendo en un paracaídas con la Union Jack. Fue un exitazo e incluso consiguió nominación a los Oscars, donde, a pesar de partir como favorita, terminó perdiendo ante otro baladón como 'You Light Up My Life'.

5. Goldeneye

Película: 'Goldeneye'
Autor: Bono y The Edge
Interprete: Tina Turner

Bond irlandés nuevo en la oficina y para que se sintiera como en casa, dos irlandeses escribiendo el tema principal. Los señoritos Bono y The Edge aparcan su ego kilométrico y se ponen al servicio de la saga con un tema muy clásico y que una de las mejores cantantes del siglo, doña Tina Turner, defiende como si le fuera la vida en ello. Empieza tranquilita para ir in crescendo y terminar como el auténtico rosario de la aurora. Vamos, lo que se le debe pedir a un tema Bond.

Curiosidad: mientras tanto, el otro 50% de U2 (Larry Mullen y el otro tipo), reinventaban el tema central de 'Misión Imposible' para los señoritos De Palma y Cruise.

4. A View To a Kill

Película: 'Panorama para matar'
Autor: Duran Duran y John Barry
Interprete: Duran Duran

Grace Jones, Christopher Walken y su pelucón, un plan maligno plagiado al de Lex Luthor en el primer Superman... la última vez que Roger Moore se enfundó los galones de 007 fue pop puro y si hablamos de pop y estamos en 1985, estaba claro a quien había que llamar, a los Duran Duran. Los Simon LeBon, Randy Rhodes y compañía se marcan un pelotazo (con la ayuda inestimable de John Barry para conseguir el toque Bond, claro) ochentero hasta la médula pero que ha resistido muy bien el paso del tiempo.

Por cierto, que mítico el videoclip, rehaciendo la fantástica escena de la Torre Eiffel de la peli.

Curiosidad: primera canción Bond en ser nº 1 en las listas americanas... y de momento única. En Uk tiraron al palo y se quedaron en el nº 2.

3. Live and let die

Película: 'Vive y deja morir'
Autor: Paul y Linda McCartney
Interprete: Paul McCartney & The Wings

Dos mitos británicos, James Bond y Paul McCartney, frente a frente. Lo cosa podía haber salido muy mal pero al final tenemos un temazo que fue un gran éxito (nº 2 en USA, nominación al Oscar) y que lo mismo sirve para acompañar las aventuras selváticas de 007 que para que Jennifer Lawrence haga las tareas del hogar.

Eso sí, aquí somos más todavía de la versión de los Guns'n'Roses.

2. Skyfall

Película: 'Skyfall'
Autor: Paul Epworth y Adele
Interprete: Adele

Drama, in crescendo, vozarrón apocalíptico y gran orquestación. Adele (y Paul Epworth) lo bordan para el primer Bond de Sam Mendes y ayudan al brutal éxito de la película (con diferencia la más taquillera de la saga, superando los 1000 millones de recaudación en todo el mundo) consiguiendo el tan ansiado Oscar a la Mejor Canción.

1. Goldfinger

Película: 'Goldfinger'
Autor: John Barry, Anthony Newley y Leslie Briscosse
Interprete: Shirley Bassey

¿De verdad hay la más remota posibilidad de hacer una lista de este tipo y que esta canción no esté en el primer puesto? Lo dudamos. El verdadero nacimiento fílmico y musical de un mito. Legendario todo. A sus pies, Mr. Barry. A sus pies, Ms. Bassey.

Pd: la lista convertida a Spotify aquí. De nada.

Lo que Calvin y Hobbes me ha enseñado de la vida

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It's A Magical World

Hoy hace 30 años que se publicó la primera tira de Calvin y Hobbes. Y dentro de un mes y medio, el 31 de diciembre, habrán pasado 20 años desde que apareció la última viñeta. Y Calvin y Hobbes siguen ahí. En los cómics y en ningún sitio más, aparte de Internet.

Nunca sufrieron el síndrome Snoopy/Garfield, en el que las imágenes de los personajes son más conocidas que las tiras -demonios, la mascota de una tira tan existencialista como Peanuts era cosa de niñas pijas en mi infancia-. Nunca, por decisión del propio autor, se convirtieron en una montaña de merchandising o dibujos animados. Nunca han sido otra cosa que las aventuras de un niño y su tigre, o las dos caras de la mente humana. Y todavía no conozco a nadie en mi generación de cínicos que no las haya disfrutado. ¿No es ésa la definición de una obra perfecta?

"¡Vamos a explorarlo!"

La última tira de Calvin y Hobbes La última tira de C&H: http://www.gocomics.com/calvinandhobbes/1995/12/31

Leí la última tira de Calvin y Hobbes en Londres, en verano. Aproveché mi primer sueldo allí para comprarme todos los recopilatorios que pude (y la mitad de los libros de Terry Pratchett. 2015 me tiene hendido de nostalgias). La releo cada año cuando corresponde: en Nochevieja, para recordar qué quiero hacer a partir de Año Nuevo.

Mientras a mi alrededor mi familia hace planes o -peor- promesas, se exigen el nuevo año antes de que empiece, Calvin y Hobbes me da algo más simple y accesible, en las antípodas del coaching, del optimismo impostado, de los mensajes navideños que rozan lo orwelliano: "¡Es como tener una hoja enorme de papel en blanco para dibujar!"; "¡Un día lleno de posibilidades!".

Y así, cada uno de mis años desde entonces ha acabado de la misma manera. Con la única intención de dejarme caer en el que viene y ver qué hay en ese mundo.

En todas partes hay tesoros

"Los artistas que quieren ser tomados en serio como artistas mientras utilizan a los protagonistas de sus tiras para vender calzoncillos se están engañando a sí mismos"

Watterson tenía 37 años cuando dibujó la última tira. En esa década, había hecho lo posible para que Calvin y Hobbes no se desvirtuase. Amenazó con dimitir a mitad de camino si su editor (su "syndicate") empezaba a sacar tazas y camisetas. Peleó todo lo posible para que el formato de la tira dominical se adaptase a lo que quería contar, pese a que en la práctica significaba que perdería espacio, visibilidad o incluso cabeceras. Hablamos de años en los que no podías coger un webcomic y convertirlo en un producto de éxito.

Como lector, ni me importaba ni me enteré hasta que no apareció el "último" recopilatorio, en el que Watterson selecciona y explica sus tiras favoritas, sus batallas para no licenciar el contenido, sus temporadas sabáticas y, poco a poco, algo que sí había aprendido leyéndole: que Calvin y Hobbes hablan de la imaginación como motor de todo; de que la vida está muy bien casi siempre, y que la muerte es bastante absurda. Nada nuevo, lo sé. Ni ahora ni antes. Pero lo importante que hace la tira es recordarnos tantas cosas que damos por supuestas hasta el punto de que las hemos olvidado o asimilado.

Que es normal sentir miedo y alegría de un momento para otro, y viceversa. Que claro que hablas un lenguaje privado con la gente más cercana y eso es tan maravilloso como insignificante. Que no tienes el poder para cambiar lo que te rodea, ni realmente hay necesidad de ello. Que la vida son momentos y secuencias y no todo tiene que ser trascendente. Puedes simplemente bailar. Eso tal vez es lo segundo más importante que me han enseñado Calvin y Hobbes.

El baile de Calvin y Hobbes

Cada cosa a su tiempo

Sandwich

Aunque es posible que la de arriba sea mi tira favorita de todo Calvin y Hobbes, desde el punto de vista de ambos. Como Calvin, quiero tenerlo todo, ya, ahora, de manera irracional e incorfomista.

Calvin: Si pudieses tener cualquier cosa del mundo ahora mismo, ¿qué pedirías?
Hobbes: Hmm...
Calvin: ¡Cualquiera! ¡Lo que quieras!
Hobbes: Un sandwich.
Calvin: ¡Un sandwich! ¡¿Que tipo de deseo estúpido es ése?!
Calvin: ¡Menudo fracaso de la imaginación! ¡Yo pediría un trillón de billones de dólares, mi propia lanzadera espacial y un continente privado!
Hobbes: Conseguí lo que quería.

Como Hobbes, hace mucho que aprendí a amar las cosas pequeñas. No necesito decantarme por ninguno de los dos. Ni por los padres de Calvin, ni por Susie Derkins. Ni por Rosalyn la canguro. Todos los personajes son adorables en alguno u otro momento. Y todos tienen algo que me resulta afín.

Quizás, por el propio lenguaje del cómic, que se obliga a ser dinámico y reinventarse cada vez dentro de una estructura cerrada, y su propio contenido, lo más importante que me he llevado de Calvin y Hobbes es que no hay nada peor que aburrirse. Supongo que cada uno sacará su propio mensaje de la obra de Watterson, pero el mío es ése. Todo es inevitable y transitorio: cada estación da paso a la siguiente, los muñecos de nieve se derriten, los veranos se acaban, a todos nos pasan más o menos las mismas cosas por la cabeza, queramos o no.

Padre Calvin "¿Cómo es que puedo recordar la canción de un anuncio de hace 25 años pero ya no me acuerdo de para qué acabo de levantarme?"

Nos quejamos de cosas insignificantes o importantes. Nos divertimos con las ocurrencias más ridículas. Pero aburrirse sólo depende de uno mismo. Y, al fin y al cabo, también termina pasándose.

Ka-zam

Be Evil: malos de ciencia ficción tecnológica demasiado creíbles

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Johnny_Mnemonic

Reconozcámoslo, ese futuro al que la distopia ochentera describía como un mundo de grandes corporaciones tecnológicas con opacos intereses y gobiernos tratados como simples títeres, o incluso cabezas de turco, es muy parecido a nuestro presente. Es cierto que aún los coches avanzan sobre el asfalto y que a pesar de todo la tercera guerra mundial parece lejana, pero ojo, las grandes compañías hoy se sienten con fuerza suficiente como para exigir a los gobiernos leyes que sean favorables a sus intereses comerciales, hasta los medios de comunicación ya teorizan con la posibilidad de que una gran corporación pueda hacerse con la deuda de un país en apuros. Sumad a esto que los robots ya son conscientes de su propia existencia y ya tenemos el circo montado.

Evidentemente la realidad actual no asusta tanto, pero sí lo hace en cierta medida la certeza de que mucha de las cosas que han ido sucediendo los últimos años ya se apuntaban en la irreal ciencia ficción del siglo pasado. Sí, acertar es fácil cuando disparas en ráfaga y en todas las direcciones (la sci-fi no escatima gasto en balas), pero que diversos planteamientos pretéritos vayan reflejándose en nuestra ya realidad cotidiana comienza a levantar suspicacias al respecto de que todo esto pueda terminar en pesadilla.

Pensemos en Google, por ejemplo. En sus avances tecnológicos, las patentes, las acusaciones de monopolio, su poder... en que mucho de lo que nos contaron hace décadas autores como Arthur C. Clark, Dan O'Bannon o William Gibson parece ir tomando forma. Pensad en el encaje que tiene la actividad de la empresa de Mountain View en la distopia ochentera o en obras más recientes como las de Ernest Clyne o Spike Jonze. Pensad en todo eso y veréis como una ciencia ficción en la que Google/Alphabet o cualquier otra empresa tecnológica actual es el malo parece cada vez más posible.

Y esto no se nos ha ocurrido a nosotros. Gran parte del público ya lo cree.

Relax, es sólo una IA de nada

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Terminator, película dirigida por James Cameron y basada en relatos del escritos Harlan Ellison, quien se fogueó en esto de la ciencia ficción trabajando como guionista para series como 'The Twilight Zone' o 'Star Trek'.

Vista durante los años ochenta la historia parecía un "inocente" acercamiento a una realidad distópica en la que el desarrollo de la robótica se nos había ido un poco de las manos. Persecuciones, pólvora y pánico a aleaciones mecánicas fueron la tónica de las primeras entregas, pero la cuestionable última entrega de la saga, la cual no sabemos si es un reboot, un remake o una simple continuación, plantea algunas cosas que, por lo cotidianas que resultan para muchos de nosotros hoy día, hielan la sangre.

Claro, el desarrollo de la inteligencia artificial con destino militar ya se había descrito tanto en la primera como en la segunda parte, pero la idea de que Cyberdyne Systems Corporation fuese mucho más allá de la creación de los androides y convirtiese a Skynet en una especie de nube (con su tablet o teléfono móvil bajo el brazo) omnipotente y omnipresente, a imagen y semejanza de servicios que muchos ya conocemos, y omnisciente, no solamente significa actualizar un relato que de haber quedado inalterado habría sonado hoy algo obsoleto, sino que convertirlo en sugerente y aterrador al mismo tiempo.

Y lo es no sólo por plantear que los robots en el futuro podrán acabar incumpliendo las leyes de la robótica en el momento que desarrollen capacidad de racioncino, sino también porque el desarrollo de la internet actual permite que el relato tenga un encaje creíble en la realidad que vivimos, dotando de verosimilitud a una historia que hace 40 años no era más que una simple película de acción. Lo dicho, una inteligencia artificial de nada.

Hal 9000 en la Tierra, cuidado con las cámaras

Webcam
Espionaje a través de tu webcam, nuestra conspiparanoia favorita

Dejando a un lado la parte de la epopeya en la que Stanley Kubrick y Arthur C. Clark debaten al respecto del origen de la humanidad, el sexo de los ángeles y la existencia de un entre sobrenatural que lo controla todo, o apoyándonos en eso precisamente, la concreción de la historia en la disputa entre la tripulación y la inteligencia artificial Hal 9000 por el control del Discovery 1 nos acerca, aunque de forma indirecta, a un relato en el que una gran corporación mantiene un objetivo oscuro y el ordenador hace todo lo posible por alcanzarlo.

En la película de 1969 el ordenador aparece representado por una cámara cuyo objetivo tiene una tonalidad roja cuando está operativo, consciente tanto de lo que sucede tecnológicamente en la nave como de lo que dicen y hacen cada uno de sus tripulantes. Un Gran Hermano, vamos. Pues ahora mirad por un momento encima de la pantalla de vuestro ordenador portátil o a vuestro móvil, a ese punto negro que en realidad es un objetivo, a ese sobre el que circulan leyendas urbanas (y no tan leyendas) de que es utilizado por las grandes empresas o algunos malhechores para espiarnos, para grabar lo que hacemos frente a él, para recoger todas las conversaciones que mantenemos dentro de su área de recepción.

En la ficción el ordenador se sirvió de toda la información recogida para defenderse frente a una desconexión por parte de la tripulación, utilizando todo recurso tecnológico de la nave para acabar con ella y poder así mantenerse al mando de las operaciones. Con los datos que se recogen hoy en día en Internet, los que cedemos abiertamente y los que no, ¿cómo de fácil se lo habríamos puesto a una entidad (autoconsciente o corporativa) para actuar contra nosotros?

Hay peña vendiendo esto, vosotros veréis.

¿Y si Neuromante no hablase de Internet, sino de un futuro Facebook?

Aunque es cierto que el origen de lo que hoy conocemos como internet procede de unos años más atrás, la palabra ciberespacio fue acuñada por el escritor William Gibson, quien desarrolla en profundidad el concepto en su novela 'Neuromante', publicada en 1984. La obra cumbre del cyberpunk describe un futuro apocalíptico en el que una gran corporación lo controla todo, sirviéndose de los implantes subcutáneos que todos los ciudadanos llevan como medio de acceso a un mundo interactivo, llamado La Nube.

La retórica nos devuelve a la máxima de que la información es poder y a eso parece jugar la corporación en la novela al igual que hoy aparentan estar haciendo las grandes empresas de la, ejem, "nube". Sin utilizar la información de todo lo que almacenamos en servicios como Drive, Onedrive, Dropbox o lo que enviamos a través de Gmail y otros servicios de correo, sí, pero sirviéndose del rastro que dejamos en la red cuando buscamos información, cuando compartimos un enlace, cuando accedemos a la red desde cualquiera de nuestros dispositivos.

Toda la información recopilda en internert se utiliza para conocer nuestros gustos, intereses y así ofrecernos servicios personalizados

En la novela, la información recopilada tras la alucinación consensual generada por la interconexión es poder para la gran empresa, un ente con más capacidad de acción que el gobierno. En la realidad, toda la información recopilada se utiliza para conocer nuestros gustos, nuestros intereses y así ofrecernos servicios y publicidad personalizados (¿Demasiado personalizados?). Y todo ello basándose en qué hemos hecho y qué estamos pensando hacer.

Seguro que alguien te ha dicho alguna vez que el ordenador/el móvil te está chupando el cerebro; en el mundo de Neuromante basta tener implantado el microchip para poder acceder a la Nube; eso sí, obligándote a un "estado de alucinación compartido". Imagínate ahora un mundo en el que el acceso es directo, la interacción total, y ese estado de alucinación compartida es real. Y ahora piensa de nuevo en cuando Facebook compró Oculus y Zuckerberg dijo aquello de:

Oculus tiene la oportunidad de crear la plataforma más social jamás creada y cambiar la forma en la que trabajamos, jugamos y nos comunicamos. Tras los juegos, vamos a convertir a Oculus en una plataforma para muchas otras experiencias. Imagina disfrutar de un asiento en la cancha de un partido, estudiar en una clase con alumnos y profesores de todo el mundo o realizar una consulta con un doctor cara a cara… simplemente poniéndote unas gafas en tu propia casa.

Conduciendo con máquinas, ¿cómo las diferenciamos de nosotros?

Googlebus
Si te cruzas con el Google Bus, desconfía

Aunque el relato creado por Masamune Shirow tiene claras semejanzas con la famosa trilogía de William Gibson, lo realmente interesante del manga japonés se basa en la relación ético-filosófica que emana de la convivencia entre hombres y máquinas. Especialmente en lo difícil que es diferenciar a unos de otros cuando los humanos pueden utilizar a un robot como recipiente para su cerebro y las máquinas han alcanzado la autoconciencia.

En el manga el autor habla del 'ghost' como elemento diferenciador entre hombres y máquinas, algo así como el alma en la terminología religioso-occidental. Según el relato, el 'ghost' actúa como eje de comportamientos originados por los sentimientos o la empatía y su existencia puede ser detectada tecnológicamente, lo cual permite averiguar si aquel con el que se interactúa es hombre o máquina.

Bien, pensad ahora en el experimento que está realizando Google desde hace algunos años, lanzando a las carreteras de Estados Unidos a automóviles sin mayor tripulación que un ordenador con un férreo sentido del respeto por las normas de tráfico. Pensad en ello y en si seríais capaces de discernir si ese lento vehículo que lleváis delante está siendo conducido por una tranquila ancianita o por un ordenador cuya programación no le permite superar los 90 kilómetros por hora en una vía secundaria.

En Google están empeñados en que acabemos conviviendo en nuestras carreteras con vehículos con la tripulación echándose la siesta, trabajando o viendo vídeos en youtube, vehículos a los que gritar porque van demasiado despacio es posible que nos sirva de nada. El problema es que de momento los ordenadores no han sido capaces de evitar accidentes a pesar de su impresionante capacidad de cálculo y de procesamiento, ya que carecen de capacidad de adaptación a situaciones imprevistas o contextos alterables por otros sujetos.

Ahora bien, si en una carretera soleada y en buen estado en la que todos son robots menos tú hay un accidente... ¿como puedes estar seguro de que la culpa ha sido de una de las máquinas y no tuya? Quién sabe, puede que al gritarles por circular demasiado despacio hayas alterado el contexto.

¿Trabajas en Google? Tío, qué envidia

Más o menos esto es lo que exclamamos todos cuando nos cruzamos con uno de los 'afortunados' que trabajan para la empresa de Mountain View, ¿no? Pues Dave Eggers en su libro El Círculo no piensa lo mismo, y lo cuenta de una forma directa y bastante elocuente.

Cierto es que la empresa en cuestión no se llama ni Google ni Alphabet ni nada parecido, pero también lo es que no pensar en ella durante el transcurso de la novela es imposible. El interés de la corporación es, aparentemente, utilizar a sus empleados como adalides de la transparencia, una estrategia comercial que, evidentemente, oculta intenciones oscuras tras ella según plantea la novela.

Email, Redes Sociales, operaciones bancarias, contraseñas... todos tus datos bajo control de una gran corporación

La utilización de toda esa información, la de lo almacenado voluntariamente, y la de lo realizado por todos en el día a día, supone la amenaza de un régimen totalitario que se sustenta precisamente en el conocimiento de todo lo que se es y de todo lo que se hace, actuando en consecuencia primero para ganar dinero y después como estrategia de dominación. Email, perfil en RRSS, operaciones bancarias, contraseñas únicas... según plantea Eggers las mismas no ponen en riesgo la actividad económica del individuo ni su supuesta libertad de actuación, pero la transparencia de sus actividades acaba significando trabas indirectas pero aplastantes a todas ellas. Y la sensación de estar vigilado continuamente.

Llegados a este punto es imposible no pensar en la estrategia de Google encaminada a convertirse en un entorno único monopolizador de nuestra actividad en internet, por mucho que Google + como punta de lanza (y supuesto rival para Facebook y Twitter) haya sido un fiasco. En la novela de Dave Eggers lo revolucionario acaba siendo la desconexión, una forma de vivir al margen del control de la gran empresa y casi al margen de la ley. Hoy ese planteamiento parece a atraer a muchos, recelosos de poner toda su información en manos de una única gran empresa.

Trabajar en Google debe ser la leche, claro, pero no creo que todos estuviésemos dispuestos a dar nuestra libertad a cambio.

Me he enamorado de Scarlett Johansson. Bueno, de una máquina con su voz

Transhuman

Soledad y dificultad para entablar relaciones sentimentales, una de las consecuencias de la sociedad informatizada en la que vivimos. Un sistema operativo diseñado para hacernos compañía, que moldea su personalidad de acuerdo a las necesidades que el usuario presenta, capaz incluso de mostrar, aparentemente, sentimientos como el amor o el odio. Una voz sugerente y hasta la posibilidad de juguetear con el sexo cibernético, probablemente una herramienta de dominación social en ciernes que en la película de Spike Jonze se queda en un relato de amor y posterior desamor que podría haber ido mucho más lejos de haber traspasado la puerta abierta hacia la retórica de la conspiración.

Entretenimiento puro y duro que finalmente se acaba convirtiendo en una realidad mucho más atrayente que la del mundo tangible, aquel en el que tras la voz hay una boca y esa boca se encuentra en una cara a la que se puede mirar, tocar, acariciar, hasta besar. La necesidad que se torna adicción podría haber enmascarado situaciones como las que insinuaba Aldous Huxley en su relectura al clásico Un Mundo Feliz (1932), relectura que hablaba de la creación de una especie de herramienta gracias a la cual los gobiernos controlarían a sus ciudadanos a cambio de entretenimiento y esparcimiento sexual como forma de evitar convulsiones sociales y golpes de estado, una herramienta a la que todos estarían conectados y que serviría para la comunicación y el control de los individuos, internet, vamos.

Her no va en esa dirección pues a pesar de todo es una historia amable, o no excesivamente amarga, sobre la soledad y la necesidad de interrelación. Su relato no se resiente pues la soledad y el amor son conceptos suficientemente potentes como para cimentar desde ellos un planteamiento como el del desarrollo de una inteligencia artificial capaz de mostrar sentimientos, ya sean reales o fingidos.

Ahora bien, pensad por un momento en lo que Aldoux Huxley planteó hace más de 60 años al respecto de su novela y la posibilidad de una intención oscura en la adicción desarrollada en la relación entre humanos y máquinas. Pensad en el planteamiento de individuos que prefieren vivir relaciones en un entorno virtual o con inteligencias artificiales y herramientas que pretenden centralizar toda nuestra vida a través de ellas, la virtual y la real. Pensad en las divertidas respuestas de Siri, o en la posibilidad de que los robots acaben acaparando la prostitución.

Pensad en una gran empresa controlando todo eso. Ale a conspirar.

Imágenes | Flickr, Pijama Surf

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